Con la actual pandemia, originada en la ciudad de Wuhan, el régimen chino ve cualquier situación para lograr grandes negocios; y pareciera como si todo fuera totalmente calculado, porque un país como China ha logrado abastecer a todos los países que le han solicitado insumos médicos requeridos para controlar la expansión del virus de Wuhan, y de inmediato estos llegan en la cantidad solicitada.
Pero como todo lo que viene de China, es de mínima calidad, muchos países han puesto su nota de protesta por que los productos llegan defectuosos, y ya son diez los países, de una fila larga que han confirmado su descontento porque han sido estafados con insumos médicos provenientes de China: España, Reino Unido, Colombia, Canadá, Alemania, Holanda, Finlandia, República Checa, Bélgica y Turquía.
Por ejemplo, miremos el caso de España, allí llegar más de 8.000 kits de diagnóstico rápido para detectar el Covid-19, pero la sensibilidad para detectar el virus no alcanzaba al 30%, cuando las normas de la Organización Mundial de la Salud indica que mínimo debe ser del 80%, en otros términos, eran inservibles, pero como todo lo que hace mal China lo niega; argumentó que la compañía Shenzhen, ala que se le compraron, no estaba autorizada.
De la misma manera, le ocurrió a la república Checa y a Turquía, los cuales no tuvieron otra opción que devolverlos, y Turquía, a pesar que ellos producen los Test, no solucionaba la exigencia frente a la pandemia. «Nuestros números de prueba son bajos. Ciertamente no estábamos preparados. Los países que están listos deben tener altos números de prueba», dijo Sinan Adiyaman, presidente de la Asociación de Médicos de Turquía (TTB) a la agencia Reuters.
En el caso de Colombia, el único estafado de Suramérica, el mismo Ministerio de Salud, tubo que denunciar que miles de pruebas rápidas para detectar al COVID-19 que provenientes de China, no funcionan. Le tocó a Fernando Ruiz Gómez, Ministro de Salud, informar al Congreso que la adquisición se hizo a
un laboratorio no aprobado por el gobierno de Beijing, el cual envió kits de test que no dieron resultados confiables.
DE otro lado, algunos países como Holanda, Alemania, Bélgica, Finlandia y Canadá fueron los países que sufrieron los efectos de la mala calidad de las mascarillas chinas. Algunos más que otros.
Y caso particular fue el del gobierno británico que tuvo que cancelar la compra de 17.5 millones de test para anticuerpos que no funcionan, sino que también le pidió un reembolso al gobierno chino por los 3 500 000 de pruebas fabricadas en el país asiático que no funcionaba.
El caso alemán es peor, el gobierno alemán solicitó 11 millones de mascarillas, pero llegaron todas dañadas y defectuosas, son totalmente inservibles.
En conclusión, si bien el gobierno chino puede alegar que los proveedores no son avalados por ellos, debe ser de su responsabilidad exigir a las empresas las normas mínimas de la Organización Mundial del comercio. Tener empresas que estafan a los países del mundo debería ser motivo suficiente para sancionar a Beijín. (Fuente:Bles. Redacción de vivirconsabiduría.uno)