Especialistas de Argentina y Colombia destacaron lo esencial de aprender a tomar no sólo una postura crítica, sino activa referente a instruir a los estudiantes sobre el comportamiento frente al calentamiento global, para que no se quede en meros discursos y se reaccione concretamente desde las instituciones educativas frente a esta problemática.
Son muchos los desastres naturales vinculados al calentamiento global, el tsunami en el continente asiático en el año 2005, los huracanes Katrina, Rita y Wilma que azotaron a los estados sureños de EEUU, los veranos excesivamente calientes en este país y al sur de Europa, y las inundaciones registradas en América central, algunas islas de Gran Bretaña, Banglad Desh, Indonesia, Mozambique y muchos otros países. Según la página cambio climático.org, “estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, los últimos diez años han sido los más calurosos de los que se llevan registros y los científicos anuncian que en el futuro serán aún más calientes”.
Ante este marco, instituciones estatales y educativas dictan clases de educación ambiental para concientizar a las nuevas generaciones. El profesor Cesar Augusto Velásquez Ruíz, del grupo de investigación de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín, indicó que “es tanto o más importante que educar a los niños, sensibilizar a los adultos que ostentan el poder y hacen las leyes alrededor del mundo.” Agregó que es un hecho que entre un 40% y 50% del calentamiento de la atmósfera se debe a los daños antrópicos (causados por el hombre) y las consecuencias de los gases de efecto invernadero en la naturaleza, informó la Universidad Nacional de Colombia.
El Ingeniero Juan Santos Cuevas, docente universitario de Colombia, se refirió a la producción de residuos contaminantes, entre ellos gases y partículas pesadas. “Los compuestos y partículas más contaminantes en mi experiencia son el dióxido de carbono, el monóxido de carbono, gases de azufre y partículas de los residuos sólidos por presiones en los redactores siderúrgicos”. Agregó que, también existen muchos contaminantes que se usan en las aguas, en procesos de enfriamiento y refrigeración de los equipos. Hay productos terminados que intoxican las plantas y además pueden llegar a matar animales. Esto implica realizar procesos de descontaminación para reutilizar las aguas, que de hecho todas las compañías dedicadas a la producción de acero las poseen.
El centro de prensa de la OMS Organización Mundial de la Salud, publicó en su página web, que “el cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud, a saber, un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura”. En los últimos cien años el mundo se ha calentado aproximadamente 0,75 ºC. Durante los últimos 25 años el proceso se ha acelerado, y ahora se cifra en 0,18 ºC por década”.
Mónica Piragauta Peña, bióloga de la Universidad pedagógica y tecnológica, dijo que “se deben realizar prácticas diarias que minimicen los efectos sobre el ambiente, enseñarles a ver y calcular el reflejo del problema en sus vidas. Orientarlos a comprometerse a través de las rutinas diarias de actividades que ayuden a reducir los efectos. Encaminarlos a tomar conciencia del problema que afecta a la humanidad y a todos los seres vivos”. Del mismo modo comentó que es evidente e influyente la falta de valores: “si tan sólo tuviéramos bien enmarcado y reflejado un valor que es el de la vida nos llevaría a ser consecuentes con nuestros actos ya que un valor encierra muchas actitudes. Todo sería diferente y no tendríamos problemas ambientales”.
Más de un centenar de científicos sostienen que, el hombre no es el causante del llamado calentamiento global y que la verdad es que estamos frente a la evolución natural del planeta, por selección de especies, como pasó hace miles de años. Es decir, estaríamos ad portas de un nuevo comienzo o era para la raza humana.
Un sólido estudio realizado en el año 2012 por un equipo investigativo dirigido por Víctor Bokov, director del instituto polar “Andux Amarok”, de la academia de ciencias rusa, ha explicado lo que produce en realidad esta serie de alteraciones climáticas. Haciendo un análisis de las capas de hielo de la Antártida, así como un análisis de muestras de hielo en el océano, los resultados arrojaron que, estamos al final de un periodo interglaciar y por lo tanto, entre una glaciación y otra existe un periodo cálido y después de cada cierto tiempo, se percibirá una nueva glaciación.
Redacción: Lucía Fernández Buitrago – Vivir con sabiduría. Uno