
Porto Alegre, capital de Río Grande del Sur, donde están viviendo las peores inundaciones de su historia
La ciudad brasileña de Porto Alegre enfrenta su peor inundación en la historia, afectando el centro histórico y dejando grandes daños económicos. Las autoridades y residentes trabajan juntos para superar esta crisis.
Los habitantes de Porto Alegre, la capital del estado brasileño de Rio Grande do Sul, se enfrentan a una crisis sin precedentes tras la peor inundación de su historia. El centro histórico de la ciudad se ha convertido en un gran lago, causando una “situación de guerra” y un impacto económico “incalculable” para los residentes y comerciantes de la zona.
El Mercado Público, el más antiguo de Brasil y símbolo del bullicio de la ciudad de 1,3 millones de habitantes, ha cerrado sus puertas desde el viernes. La crecida histórica del río Guaíba ha superado los cinco metros, dejando a los comerciantes en una situación de desesperación. Ronaldo Pinto Gomes, gerente del mercado inaugurado en el siglo XIX, expresó su preocupación por los grandes daños sufridos y confió en recibir ayuda de las autoridades.
Eduardo Durval, otro comerciante que administra una galería de tiendas cercana, también relató a EFE cómo la rápida subida del río los tomó por sorpresa. Los daños ocasionados por el agua a las instalaciones los han dejado sin posibilidad de trabajar con normalidad durante al menos 15 días.
Las consecuencias de la inundación son evidentes en toda la ciudad. Cuatro de las seis estaciones de tratamiento de agua de Porto Alegre dejaron de funcionar el domingo, mientras que las dos restantes operaban con capacidad reducida. El ayuntamiento instó a la población a limitar el consumo de agua. Además, decenas de calles estaban cortadas y el estadio de fútbol del Grêmio se había convertido en un mar de barro.
El aeropuerto internacional de Porto Alegre, uno de los más transitados de Brasil, también cerró desde el viernes por la inundación de sus pistas de despegue y aterrizaje. Las autoridades esperan que el nivel del río Guaíba comience a estabilizarse pronto, aunque advierten que la inundación tardará en desaparecer por la gran cantidad de agua que necesita ser evacuada.
La tragedia ha causado la muerte de 79 personas, con otros cuatro decesos en investigación y 105 desaparecidos, según los informes más recientes. Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, ha enfrentado en el último año una serie de eventos climáticos extremos relacionados con el fenómeno de El Niño, que aumenta las precipitaciones en el sur de Brasil.
A medida que la ciudad lidia con los estragos de esta inundación, los habitantes esperan una pronta recuperación y el apoyo de las autoridades para superar esta difícil situación.
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