La persecución a la pacífica práctica espiritual Falun Dafa por parte del régimen chino, continúa desenfrenada, la pandemia no impidió el acoso ni el maltrato. Para evidenciar este acoso, Minghui.org, un sitio web con sede en Estados Unidos que rastrea esta persecución, publicó un informe detallado sobre lo ocurrido al respecto durante el año 2020.
Mientras que China era golpeada duramente por la pandemia del coronavirus en 2020, su partido gobernante, el partido comunista chino (PCCh), continuó la persecución contra Falun Dafa, una disciplina espiritual de meditación también conocida como Falun Gong, que se basa en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Esta práctica se empezó a difundir en China en el año 1992 y para el año 1999 ya había alcanzado 100 millones de practicantes. En ese año el entonces líder del PCCH, Jiang Zemin, se sintió amenazado por el gran número de practicantes activos y ordenó la prohibición de la práctica en todo el territorio chino. Se inició una campaña de odio y difamación. Hasta el presente los practicantes de esta disciplina son detenidos ilegalmente, enviados a campos de trabajo forzado e incluso torturados hasta la muerte.
La pandemia no impidió que el PCCh persiga a Falun Dafa
Según la información recopilada por Minghui.org, 6.659 practicantes fueron arrestados y 8.576 fueron acosados en 2020.
De los practicantes arrestados, hubo 622 condenados a prisión, de los cuales 114 tenían 65 años o más y 11 tenían 80 años. Las penas de prisión oscilaron entre 3 meses y 14 años, con un promedio de 3 años y 4 meses.
De manera similar a la campaña de acoso de “puerta a puerta” en 2017 que intentó presionar a los practicantes para que renunciaran a su fe, la policía y los miembros del personal del comité residencial también visitaron a todos los practicantes e intentaron obligarlos a renunciar a Falun Gong en la nueva campaña de “reducción a cero”.
Pero esta campaña también se centró en los familiares de los practicantes para cumplir con la cuota. Cuando los practicantes se negaron a firmar la declaración de renuncia a su fe, las autoridades presionaron a sus familias para que firmaran las declaraciones por los practicantes. En las provincias de Guangdong y Hainan, las autoridades pagaron 100.000 yuanes como recompensa para que la gente denunciara a algún practicante de Falun Gong.
En 2020, muchos practicantes fueron sometidos a brutales torturas y humillaciones mientras estaban bajo custodia. Dos practicantes fueron asesinadas a golpes, días después de su arresto a fines de junio. Otros 83 practicantes también murieron después de ser torturados mientras estaban en custodia, o su salud se deterioró después de soportar dos décadas de persecución.
Con la condición más deplorable en materia de derechos humanos, China volvió a figurar en la lista de “país de especial preocupación” de la Comisión Internacional de Libertad Religiosa de los Estados Unidos por violar la libertad de religión. Este es el vigésimo primer año consecutivo que China está en la lista de “países de especial preocupación”.
Escrito por Margarita Restrepo Fuente: The Epoch Times.com y Minghui.org
Foto: Bles.com