En China el partido comunista da incentivos a cualquiera que informe sobre actividades religiosas


En la ciudad de Uangzhou, ubicada al sur de china, el gobierno comunista dictó una nueva regulación que recompensa a los ciudadanos hasta con $1.400 dólares, que informen de “actividades religiosas ilegales”. Algunos comentaristas señalaron que esta regulación es otro paso específico dado por las autoridades chinas para suprimir la libertad religiosa.

Voice of America informó que la Oficina Municipal de Asuntos Étnicos y Religiosos de Guangzhou implementó la ley, “Incentivos para informar las actividades religiosas ilegales por parte de las masas”, para alentar al público a quejarse activamente y denunciar actividades religiosas ilegales en la jurisdicción de Guangzhou mientras alega que los ciudadanos quienes brindan información y ayudan en las investigaciones pueden obtener desde US $ 14 hasta US $ 1,400 como incentivos financieros.

El pastor Fu Sitio, presidente de la Asociación de Ayuda de China, dijo que la nueva regulación emitida por el PCCh tiene varias características importantes. Primero, adopta el método de informar en masa y ofrecer dinero a cualquier persona, desde miembros de la iglesia familiar hasta líderes. Se extenderá a los extranjeros en China y es “una supresión a gran escala, sistemática y extensa”.

En segundo lugar, los informes policiales sobre seguridad nacional y seguridad pública social también se utilizan para suprimir la libertad religiosa y las actividades de los ciudadanos. Esto ha sentado un precedente muy malo.

El sistema de recompensas anunciado por Guangzhou es muy específico y organizado, mientras que la cantidad de incentivos financieros es muy alta, y esto conducirá a una mayor expansión de la represión de la libertad religiosa, con graves consecuencias legales y sociales.

“Estos métodos solo aparecieron en la ‘Revolución Cultural’ anteriormente, lo que llevó al uso de revoluciones y recompensas para inducir a los niños a informar sobre sus padres, a las esposas a informar sobre sus esposos y a los colegas para informarse entre sí”. Dijo que esto es no solo una supresión de la libertad religiosa de los ciudadanos; dañará seriamente las relaciones interpersonales y humanas.

En febrero de 2018, las autoridades chinas modificaron el Reglamento sobre Asuntos Religiosos para dar a los funcionarios de base más poder para tomar medidas contra los practicantes religiosos e imponer sanciones más severas a los creyentes. Además de Guangzhou, Henan, Beijing y otras áreas han aumentado la presión sobre los grupos religiosos, sobre todo la persecución a practicantes de Falun Dafa, que lleva más de 20 años. (Fuente: Vision Times)