Tiempo de lectura 4 minutos. A partir de los 12 años los niños pueden cambiar de género mediante la autorización de un juez.
España aprobó, desde el mes pasado, una polémica “Ley trans”, que rechaza el rol de los padres, al permitir que los niños desde los 12 años puedan cambiar de género a voluntad, con ciertas condiciones y desde 16 años, sin ninguna restricción.
De esta manera se sigue el plan de la ideología progresista, que tanta confusión y dolor causa a miles de niños en varios países. Muchos de estos, luego de cambiar de género o preferencia sexual, son inducidos a cambiar de sexo, un proceso irreversible que los condena a ser medicados durante todas sus vidas. Además, entre este grupo de personas se registra un índice de suicidios 20 veces mayor al promedio habitual.
A partir de los 12 años los niños pueden cambiar de género mediante la autorización de un juez. Más lesivo aún para el reconocimiento del rol de los padres, es que en el código civil son adicionadas las palabras madre y padre, a las que se agregan las notas o ‘progenitor gestante’ y ‘progenitor no gestante’ según corresponda, tal como lo expresa la escritora Cristina Martín Jiménez en uno de sus videos.
Adicionalmente, en el apartado correspondiente a matrimonio, son borradas las palabras mujer y hombre, y reemplazadas por personas.
Durante la primera, semana después de aprobada esta ley, se registró una gran cantidad de solicitudes para el cambio de género en un municipio próximo a Madrid, y curiosamente, todas eran de hombres que querían ser registrados como mujeres. Una tendencia similar se observó en el resto de España.
Por otro lado, las sanciones por discriminar a personas LGTBI puede ir desde los 10.000 hasta los 150.000 euros.
La diputada popular, María Jesús Moro, dio voz a la oposición, diciendo: “No estamos aquí para experimentar con la gente (…) Vemos países que lo reconsideran porque ahora ven que se han precipitado, lo que ha causado mucho sufrimiento. No hagamos lo mismo”.
Estos avances de la ola progresistas en España, que tienden a la eliminación de la familia, a través de su estrategia de sexualizar a los niños y ofrecer un interminable laberinto de supuestas libertades sexuales, ignoran la trayectoria seguida por países con experiencia en estas polémicas manipulaciones sociales, y que ya están dando marcha atrás.
Tales son los casos de Suecia, Finlandia, Reino Unido y Francia, en donde se están restringiendo los tratamientos hormonales, la extirpación de mamas a las adolescentes, y otros aspectos del tratamiento de cambio de sexo.
La prensa masiva impulsa fuertemente la ideología de género, al grado que fabrica conceptos para ello. Un ejemplo se encuentra el manual de la agencia AP, en el que desconoce la biología al afirmar: “El sexo y el género de una persona generalmente son asignados al nacer por los padres o asistentes y pueden resultar inexactos”, agregando: “Los expertos dicen que el género es un espectro, no una estructura binaria que consiste solo en hombres y mujeres, que puede variar entre sociedades y puede cambiar con el tiempo” .
Pero, Chloe Cole, una adolescente que se cambió de sexo y ahora, arrepentida, quiere hacer que los niños y adolescentes tomen conciencia dice que promover infancias trans no permite a los niños y adolescentes comprender y apreciar las transiciones naturales en sus cuerpos.
Y agrega que, en lugar de aprender a amar ser un hombre o una mujer, con los cambios que conlleva en la adolescencia, los llevan a rechazar esos cambios y despreciarse a sí mismos. Y al hacerlo dañan sus cuerpos y les niegan la aspiración de ser padres en el futuro.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Locución, Ignacio Lo Bello
Imagen de portada: Menor trans. (Toma de pantalla: YouTube/El País).