Desde que se conoció oficialmente la expansión del virus de Wuhan, a finales de enero, todos los países con la tecnología suficiente han entrado en una carrera contra el tiempo, en la búsqueda de una vacuna efectiva para controlar y detener la pandemia que tiene asolada a la humanidad.
Pero es bien sabido que la obtención de una vacuna que garantice totalmente el control del virus no está a la vuelta de la esquina. La Dra. Kizzmekia Corbett, del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH), le dijo a CNN que para otoño podría estar lista una vacuna para “uso de emergencia”, esto es, para los trabajadores de la salud y personas en contacto cercano al virus. Pero para la población general, esto solo sería hasta la primavera próxima, es decir, mediados de mayo de 2021. Y todo esto es en el mejor de los casos.
Firmas especializadas en biotecnología como Johnson & Johnson, Inovio Pharmaceuticals, Pfizer, CanSino Biological Inc. y otras adelantan sus propias investigaciones, esperando cada cual tener cuanto antes la solución definitiva.
Entendiendo lo anterior, paralelamente se buscan alternativas que puedan servir para bajar el número de contagios y de fallecidos, mientras llega una solución definitiva. Se adelantan ensayos con el plasma de pacientes recuperados, lo cual se trató de aplicar con el ébola pero no dio resultado.
También se ha investigado la cloroquina, medicamento utilizado para la malaria, el lupus y la artritis reumatoide, pero sus resultados no han sido alentadores. Otros investigadores han mostrado interés en BCG, una vacuna para la tuberculosis. Esta vacuna se aplica frecuentemente en países en desarrollo, en los cuales se ha observado poca incidencia del virus de Wuhan.
Pero otra droga ha llamado la atención desde un comienzo: remdesivir, de la farmacéutica Gilead Sciences, la cual fue desarrollada para combatir el ébola. Ahora el portal de noticias de la salud STAT, ha informado que los ensayos clínicos llevados a cabo en Chicago, se muestran prometedores. Según STAT, en el ensayo los pacientes se recuperaron rápidamente de fiebre y síntomas respiratorios. Casi todos fueron dados de alta en menos de ocho días.
Este estudio se llevó a cabo en la Universidad de Medicina de Chicago, sobre 125 pacientes, 113 de ellos en estado grave. De ellos solo uno murió y todos los otros se recuperaron satisfactoriamente. No obstante, un vocero de la universidad advirtió que “sacar conclusiones en este punto es prematuro y científicamente poco sólido”. De todos modos, el CEO de Gilead, Daniel O’Day, quien también pidió prudencia, afirmó: “Esperamos que los datos de nuestro estudio de Fase 3 en pacientes con infección grave por COVID-19 estén disponibles a fines de este mes, y que los datos adicionales de otros estudios estén disponibles en mayo”.
Ante la esperanza que ha despertado el posible éxito de esta droga, Gilead adelantó el programa de “acceso ampliado”, con el fin de permitir que los hospitales soliciten el uso de remdesivir para varios pacientes graves a la vez. El anterior programa de “uso compasivo” estaba dirigido solo a niños y mujeres embarazadas. También O’Day dijo que Gilead está aumentando la producción de remdesivir, lo cual constituye un proceso con química especializada y variadas reacciones en cadena.
Viendo todo lo anterior, queda claro que no podemos echar a volar las campanas, pero sí se atisba una luz de esperanza para los millones de personas que ahora se encuentran expuestas a este virus mortal en todo el mundo. Sabemos que no será el santo grial que todos esperamos, pero mientras llega esa vacuna aún lejana, este podría ser un paliativo que salvaría muchas vidas y podría devolver la confianza al mundo.
Basado en Fox News y CNN
Redacción: Carlos Morales para Vivir con sabiduría.uno
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