“El trabajo entero de un año depende de un buen comienzo de primavera”.
Esta frase contextualiza el acto de lograr un sueño reparador, que revitalice el cuerpo y permita el descanso de la mente.
¿Por qué no logras conciliar el sueño? ¿tiene importancia la hora en que te acuestas a dormir? ¿Es posible que el usar aparatos electrónicos durante el día produzca insomnio? ¿Existen alimentos que mejoran el sueño? Estas son algunas de las muchas preguntas que se hace la gente con dificultades para dormir.
El sueño parece una vida paralela, la vida se apaga artificialmente, mientras que en el subconsciente aparecen situaciones en las que puedes percibirte haciendo cosas increíbles, como volar, crecer, hablar con tu mascota, encontrarte con personas que nunca habías visto, sentir como si pudieras contactarte con algún ser querido que ya falleció; múltiples situaciones. Incluso, puedes llegar a sentir sufrimiento en medio de una pesadilla, o como algunos antiguos, ver en sueños premonitorios, avisos o inspiraciones para su actuar.
Todo eso es lo normal; lo raro es cuando uno se acuesta a dar vueltas en la cama, repasando ideas, recordando sinsabores o tratando de pensar posibles soluciones para un problema, todo causando un estado de insomnio.
¿Pero… es posible que los hábitos de sueño, puedan impactar a la salud integral? Al respecto, existen varios estudios:
Como ya se ha demostrado, dormir las horas adecuadas, reduce la hormona del estrés, llamada: cortisol.
Por otro lado, en una investigación, se pudieron observar imágenes en alta resolución (por medio de la microscopía electrónica), de las sinapsis en cerebros de ratones. Durante el día, dichas sinapsis podían engordar, mientras que, en la noche, perdían hasta el 20 por ciento de su tamaño; el aumento de tamaño, al parecer ayuda a mejorar el proceso de aprendizaje y memoria.
Al respecto, Chiara Cirelli, investigadora del centro de vigilia y sueño de Wisconsin señala que, “el equilibrio en el tamaño de las sinapsis se altera durante la vigilia y se restaura durante el sueño”, según informó la revista science.)
Por otra parte, varios autores, en su mayoría médicos, han relacionado el tema de dormir bien, con tener mejor salud y alargar la vida. Por esto, unos formulan medicamentos y otros aconsejan beber infusiones. Otros hablan de los hábitos alimenticios como factores claves para lograr ese descanso perfecto y así cerrar con broche de oro cada día. Los amigos del fitness, aconsejan tener actividad física diaria e ingerir bastante agua.
La sabiduría oriental dice que “es saludable estar dormido a más tardar a las 11 p.m., hora en que el hígado y la vesícula biliar comienzan a regular el qi o flujo de energía vital en el cuerpo humano y su psique. Asegura que, “la vida se define a través del qi, aunque este no pueda verse, tocarse, medirse, ni cuantificarse; es algo inmaterial, pero a la vez esencial”, según la página web del instituto Merídians de Barcelona.
Asociado a los beneficios de dormir bien, varias empresas notan que es importante brindar espacios para tomar una siesta no mayor a una hora a sus empleados; es usual verlo en Japón, donde bajo el nombre de “inemuri”, algunos toman la siesta durante el tiempo restante de su hora de almuerzo, en el metro o simplemente en una banca del parque y si bien, los japoneses consideran que dormir un minuto de más es signo de pereza, el “inemuri”, es aceptado porque se toma como una respuesta fisiológica, producida en lapsos en que desciende la sangre del sistema nervioso al sistema digestivo, hecho que ocurre en la hora de almuerzo principalmente y causa sensación de sueño.
Por otro lado, ¿es posible que el sueño se relacione estrechamente con el modo de obrar? La ética nos habla sobre factores que alteran y condicionan el comportamiento responsable de una persona, entre los cuales existen esos que obstaculizan la libertad, como el miedo, la ignorancia y la violencia. Es probable que dichos factores puedan influir en el índice de calma de una persona en el momento de ir a dormir. El remordimiento también podría afectar el sueño, por lo tanto, es mejor obrar bien, pensar en mantener el autodominio y una buena conducta moral.
En cuanto al tiempo de sueño requerido para un buen descanso, el inventor Thomas Alva Édison, decía con frecuencia que dormir era una pérdida de tiempo. Algunos sienten que requieren 8 horas diarias de sueño, otros solo de 4. Tal vez no hay un estándar rígido y cada persona tenga necesidades diferentes. Pero también es cierto que el exceso de sueño, podría afectar el funcionamiento normal del organismo, así que los expertos recomiendan no irse a los extremos.
A continuación, te comparto cuatro consejos, para alcanzar un sueño reparador:
1. Mantén un estilo de vida saludable: no fumes, no bebas alcohol, ya que estos estimulan la adicción y fomentan la ansiedad; has ejercicio diario y come al menos dos horas antes de ir a dormir. Evita las bebidas negras y el café.
2. Evita dormirte con el televisor prendido o escuchando algún tipo de señal electrónica. Cuida que tu cama sea cómoda y la temperatura del cuarto agradable.
3. Realiza meditación antes de ir a dormir, pues esta ayuda a la relajación y la tranquilidad después del trajín del día. Es muy recomendable la meditación de Falun Dafa, hoy practicada por más de cien millones de personas en el mundo, ya que aporta increíbles beneficios para la salud mental y física. Además, tiene 4 ejercicios suaves que ayudan a equilibrar la energía corporal.
4. Mantén una rutina de sueño, acostándote y levantándote a la misma hora cada día.
Pero, … lo más importante es que mantengas siempre la esperanza, y el positivismo para ser una mejor versión de ti mismo cada día.
Finalizo con algo que decía Sócrates: “la buena consciencia es la mejor almohada para dormir”. ¡Felices sueños!
Redacción Lucía Fernández para vivir con sabiduría punto uno