Mike Gallagher, presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes, afirmó en su discurso en el Desayuno Nacional de Oración anual en Washington: “El capitalismo o la democracia, no es el último enemigo del comunismo, pero la fe en Dios sí lo es”.
“El comunismo es una religión perversa, una ideología impuesta por el adoctrinamiento y a la fuerza, que lo consume todo. No se da por la libre creencia. Tampoco es un sistema económico político”, afirmó el congresista.
También se refirió a fuertes violaciones a los derechos humanos, aseguró que “los campos de trabajo forzado, los centros de reeducación y los gulags son sus iglesias; las cámaras de torturas son sus cabinas de confesión; la policía secreta, los propagandistas y censores son sus sacerdotes”.
Indicó además que “La fe procura la dignidad y el amor de las personas, así como su elevación del alma. Pero el comunismo quiere su humillación y dominación. Son dos extremos opuestos lo que la fe y el comunismo buscan en cuanto a los valores”.
El PCCh es una fuerza destructiva
“El PCCh desea implantar un dominio total sobre los habitantes de China, por eso su obstinación en acabar con la fe, ya que esta interfiere con sus propósitos”.
Estas ideas se le ocurrieron Gallagher, gracias a un reciente encuentro con un estudiante de postgrado, que por su fe, se opuso al régimen chino y el cual dijo: “La meta del PCCh es la de reducir a simples herramientas a hombres y mujeres, y luego utilizarlos para lograr los propósitos del régimen”.
“La vida se convierte, entonces, solo en los alicientes que da el Partido y el castigo que éste puede provocar”.
Gallagher dijo que el régimen chino envió a millones de practicantes de Falun Gong, uigures y otros religiosos, a campos de reducación, así como también destruyó iglesias, monasterios y demás sitios de culto. Es desolador lo que los creyentes en China tienen que soportar.
Entre los detenidos por su fe, principalmente a practicantes de Falun Gong, les extraen sus órganos forzadamente, obteniendo beneficios monetarios gracias a esta industria en complicidad con el Estado.
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Los practicantes de Falun Gong son los más perseguidos
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual que consiste en la realización de ejercicios relajantes y de meditación, así como de recibir enseñanzas para mejorar el estándar moral, logrando la armonización entre mente, cuerpo y espíritu. Su base de práctica son los principios cósmicos de Verdad, Compasión y Tolerancia.
Desde 1992, esta práctica fue difundida ampliamente en China, pero en 1999, el PCCh percibió su popularidad como una amenaza a su régimen autoritario, la prohibió y lanzó una brutal persecución que aún continúa hasta la actualidad.
Se ha confirmado que al menos 4365 practicantes han muerto a manos del régimen chino, pero se cree que el número es mucho mayor.
El régimen chino jamás destruirá la fe
“Según lo considere el PCCh, las personas se convierten en objetos materiales para lo que éste decida”, expresó Gallagher.
Así mismo afirmó: “Pero ni la censura, ni el gasto desmedido en fuerzas de seguridad, ni tampoco las campañas de purga total, pueden lograr que el PCCh gane la guerra contra la fe”.
“Por más que lo intente o por mucho poder que pueda tener, es imposible destruir la verdad”.
“Todo nuestro arte de gobernar y política exterior tiene que partir de reconocer el arte de las almas; nuestra competencia estratégica con China, es en el fondo, luchar por las almas”, finalizó Gallagher.
Escrito por Darío Chaparro para VCS Radio.net