El éxito de Taiwán en la contención de virus de Wuhan dentro de sus fronteras ha sido ampliamente elogiado a nivel global, y uno de los factores fundamentales para este éxito, ha sido la voluntad de la población para ajustarse al uso de mascarillas, y la eficiencia del gobierno para suministrarlas.
Taiwán, a pesar de la cercanía geográfica con China, y al intenso intercambio comercial y humano con ese país, ha sido uno de los menos afectados por la pandemia, contrario a las expectativas iniciales. Aunque su caso es ejemplar, la OMS se ha negado a estudiar sus aciertos, ya que no lo reconoce, en virtud a los lazos que la institución de la salud global mantiene con el régimen comunista chino. Es como si, para la OMS, no existieran los 23 millones de personas que habitan el país.
Aun así, es sabido cómo Taiwán, desde el comienzo mismo en que se conoció la existencia del brote en Wuhan, tomó medidas preventivas, como el confinamiento obligatorio para quienes llegaran de otro país, y el seguimiento estricto a través de los celulares para verificar su ubicación. A esto se suma el eficiente sistema de salud, y la garantía de suministro de mascarillas para toda la población.
Para cumplir con este objetivo, el 24 de enero fue el primer país que prohibió la exportación de mascarillas. Hasta entonces Taiwán sólo fabricaba el 10% de las mascarillas que consumía, y el restante 90% lo importaba de China. Entonces se crearon nuevas empresas para la fabricación tanto de las mascarillas como de la maquinaria necesaria. Empresarios y empleados se empeñaron en la producción día y noche sin exigir subsidios adicionales.
Enfocados en el cumplimiento de este plan, pasaron de producir 1 millón a 13 millones de mascarillas diarias a la fecha, convirtiendo a Taiwán en el segundo país productor de mascarillas del mundo. Para lograr esto se había fijado un plazo de 180 días, pero se logró solo en 40.
Una vez conseguidas estas metas, Taiwán donó más de 17 millones de mascarillas a los países más afectados por el virus, así como a naciones con las cuales tiene lazos diplomáticos. Igualmente anunció la donación de 6 millones adicionales a varios países de Europa, América latina, el Caribe y otros.
El ejemplo de este país marginado por las enormes presiones del régimen comunista chino, nos muestra cómo la disciplina y voluntad de un pueblo pueden superar con creces las dificultades que, para otros, con mayor capital y representación ante los organismos multilaterales, se vuelve una situación caótica y casi insuperable.
Para América Latina este debería ser un ejemplo a seguir, como un modelo de disciplina, de coordinación, de unidad y de conciencia, sin ser necesario el uso de medidas coercitivas.
Redacción de Carlos Morales para Vivir con sabiduría.uno, con información de Visiontimes.com
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