
Cuida tus pensamientos porque ellos se convertirán en palabras… Cuida tus palabras porque estas se traducen en acciones-….(Imagen de: iush.edu.co/es/Universidad)
Es un tema muy complejo, ya que la ciencia hasta el momento no ha podido comprobar su origen y tampoco tienen claro cómo se producen los pensamientos en la persona humana.
Los investigadores en la academia lo definen como la capacidad intelectual con la que nacemos, va desarrollándose de manera más completa y eficiente conforme la persona crece. Es decir, el pensamiento es la capacidad de construir ideas, conceptos y de establecer relaciones entre ellas.
Hay infinidad de conceptos frente a cómo se producen los pensamientos, y parten del cerebro como órgano compuesto por células, que, desde un punto de vista funcional, las neuronas son las más importantes debido a que tienen la propiedad de conducir corriente eléctrica o un tipo de energía llamada electroquímico, ya que la neurona produce y libra, neurotransmisores que son los que conducen sustancias químicas que estimulan o inhiben (según el caso) a la neurona vecina. Esto es lo que logramos entender sobre la base de las investigaciones de la ciencia.
Sin embargo, la situación no es tan sencilla porque a las prioridades de comunicación de la neurona hay que sumar otra muy importante que los investigadores llaman “plasticidad”, y según ellos, significa que las neuronas establecen verdaderos circuitos eléctricos, que, en base a la genética y a la experiencia, se van modificando a lo largo de toda la vida.
En el proceso de la mecánica del pensamiento, a lo largo de la historia, se ha estudiado la mente, como algo abstracto, pero el médico francés La Mettrie, en el año 1750, concibió la mente como algo material, “El cerebro, provisto de una serie de células (neuronas), que interconexionadas entre sí, hacen funcionar a esa masa física que es el cerebro”, y debido a estas teorías que presentan serias limitaciones, se obliga a incluir otro concepto que es el término conciencia para poder comprender cómo y por qué actuamos de ciertas y determinadas maneras.
Efectivamente vemos que tanto la ciencia y las religiones apuntan que el hombre tiene mente y también conciencia, se componen de estructuras biológicas ( las neuronas y el elemento electroquímico) y es allí donde se producen los pensamientos, se almacenan y se dirigen formando al individuo su carácter o su personalidad, pero para las religiones esto es el alma, que es la que le da esencia al cuerpo, lo fortalece, dándole la personalidad al individuo porque: “es el elemento espiritual que ha sido emanado de Dios y sin la esencia Divina el hombre no sería un ser racional”, de acuerdo a la Teología de Santo Tomas.
Todas las religiones le dan importancia al pensamiento, el budismo sostiene que, “Las cosas existen en la medida en que existen en mi mente”, o “Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge de nuestros pensamientos”. Estas palabras se le atribuyen a Buda y se remontan a 2.500 años atrás.
Se ha comprobado que los pensamientos negativos generan diversos tipos de enfermedades, lo cual la ciencia los llama efectos psicosomáticos; por ejemplo, cuando una persona está deprimida puede generarle un tipo de enfermedad mental que la puede llevar a la locura, a la desnutrición, y a padecer cualquier clase de enfermedad.
Un pensamiento de odio, furia y venganza le puede producir al individuo una enfermedad en el estómago, en los intestinos, el hígado y hasta la descalcificación de los huesos. Y de igual modo los pensamientos positivos traen también los efectos positivos a las personas, como son una salud estable, el desarrollo de la virtud, armoniza el entorno, por lo tanto, trae efectos de paz y serenidad tanto para la persona como para los que la rodean.
Lograr controlar los pensamientos, y tener la facilidad de siempre mantener pensamientos positivos no es tarea fácil, pero siempre ha existido la forma de hacerlo. Tener la mente en un estado de vacío, o con pensamientos simples, se puede lograr con un método de meditación. Para terminar, un pensamiento de Lao Tsé:
Cuida tus pensamientos porque ellos se convertirán en palabras…
Cuida tus palabras porque estas se traducen en acciones-….
Cuida tus acciones porque ellas con el paso del tiempo devienen en hábitos…
Cuida tus hábitos porque ellos forjarán tu carácter….
Cuida tu carácter, ya que él crea tu destino…”
(Redacción: Álvaro Sierra A.)