Medicina espiritual, la virtud


La virtud tiene una connotación muy profunda para la humanidad, se denomina en términos generales, como la cualidad humana de quien se caracteriza por obrar bien y correctamente.

El origen es muy remoto, y existen leyendas donde se dice que “Los designios del cielo fueron transmitidos a los hombres por los primeros reyes de la noche de los tiempos”, sus principios fueron atesorados en el Libro de las Mutaciones (Lin Kind), obra que resume las enseñanzas de las leyes que rigen la dinámica del Universo, y que ahora se le conoce como el TAO.

Avanzando la civilización en su proceso evolutivo, con las guerras y otros accidentes importantes, también llega la decadencia de la moral y se desvanece la virtud.

Entonces, en un momento histórico determinado aparecieron sabios como Confucio, Lao Tsé, Siddhartha Gautama (El Buda) y Aristóteles, entre otros, para volver a enseñar los principios fundamentales y varios tratados para que el hombre volviera a desarrollar la virtud.

Confucio en su compendio “Analetas”, enseñó la sinceridad, la credibilidad, el respeto a los ancianos, la cortesía jerárquica, la ayuda mutua, el nacionalismo y la sencillez en la vida.

A diferencia de Confucio, Lao Tsé, va más profundo, él describe al hombre perfecto, santo, sabio; su primera virtud es imitar la conducta del Tao, como lo describe en su libro Tao Te Ching.

 Aristóteles, explicaba que la Virtud se encontraba en la moderación, es decir evitar los extremos, buscar el equilibrio, evitar el defecto y el exceso. A su vez, Sócrates decía que la virtud es la práctica continua de la reflexión racional sobre los actos propios.

Siddhartha Gautama (El Señor Buda), enseño la virtud como la trascendencia del ser a estados más superiores que el ser humano podía alcanzar. En un sentido estricto, en la filosofía budista, la virtud es la elección del camino medio, “El noble camino óctuple, donde enseña los ocho patrones de conducta.

Hoy las virtudes están clasificadas de acuerdo al contexto y a quien las quiere practicar, y según varios filósofos, pueden ser:

 Virtudes humanas: Que se refieren al comportamiento religioso, social y moral.

Virtudes Cardinales: Tienen un papel fundamental para el desarrollo de la sociedad, y son: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Las Virtudes de Gracia: Se refieren a las adquiridas mediante la educación formal, pueden ser: las teologales, purificación, sabiduría, luz y fortaleza.

La virtud de la Santidad:  La cual encierra todas las demás y las lleva a un alto nivel de conciencia hasta la asimilación a la naturaleza del Universo

Se ha comprobado que, con la práctica de la virtud, el ser humano mitiga el sufrimiento, puede tener mucha sabiduría y lograr un alto nivel de conciencia para evitar los fracasos, desastres, y alcanzar la felicidad.

Pero ahora, con el desarrollo tecnológico de la humanidad, también se han ido perdiendo nuevamente, los conceptos y enseñanzas morales y éticas, que dejaron esos sabios de la antigüedad, pues vemos que los filósofos de la modernidad, como Kan y otros, asocian la virtud con el cumplimiento del deber, también se utiliza la palabra virtud para referirse a las cualidades propias de ciertas cosas, como, por ejemplo; “Este medicamento tiene la virtud de calmarme el dolor de cabeza”. “Las aguas termales tienen la virtud terapéutica”, etc.

En este tiempo crucial de la sociedad, se le da más prioridad al aspecto de las exigencias individuales para tener una vida más cómoda, poder tener más dinero, ubicarse en una alta posición social al costo que sea, dejando de lado lo fundamental, las virtudes del alma y las virtudes esenciales para el respeto mutuo.

En China, el régimen comunista destruyó toda la cultura ancestral, y los valores morales y éticos fueron cambiados radicalmente, es decir el aspecto de la virtud quedó relegado a su mínima expresión.

Afortunadamente, en 1.992, El Señor Li Hongzhi, empezó una tarea gigantesca, y vino a enseñar los principios fundamentales del cosmos, los cuales son Verdad, Benevolencia y Tolerancia, para que el hombre jamás vuelva a sufrir si los practica de acuerdo a sus requisitos. (Redacción: Álvaro Sierra A. para vivir con sabiduría. Uno)