Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH) ha sido nominado al Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la atroz práctica en China
El legislador británico Lord Philip Hunt de King’s Heath ha nominado a Médicos contra la Extracción Forzada de Órganos (DAFOH) para el Premio Nobel de la Paz.
El legislador británico Lord Philip Hunt de King’s Heath ha nominado a Médicos contra la Extracción Forzada de Órganos (DAFOH) para el Premio Nobel de la Paz.
DAFOH, una organización sin fines de lucro con sede en Washington, D.C., lleva 17 años denunciando la sustracción forzada de órganos en China. El grupo ha publicado informes, organizado seminarios web y presentado una petición a la ONU con millones de firmas.
En enero, DAFOH, con el apoyo de más de 100 legisladores, académicos y grupos civiles, pidió a la ONU la creación de un tribunal penal internacional para la sustracción forzada de órganos por parte del régimen chino.
Lord Hunt elogió el trabajo de DAFOH
“DAFOH ha realizado un trabajo tremendo al concienciar sobre los horrores de la sustracción forzada de órganos en China”, dijo Lord Hunt a The Epoch Times. “Estos actos son horripilantes y creo que atentan contra los derechos humanos fundamentales”.
En su carta de nominación, Lord Hunt escribió que el compromiso de DAFOH con la causa está “profundamente arraigado en la convicción de promover la ética médica y la dignidad humana”.
Lord Hunt cree que un Premio Nobel de la Paz para DAFOH “no solo apoyaría una mayor sensibilización y atención sobre este tema, sino que también influiría positivamente en todos los esfuerzos contra la trata de seres humanos, otro grave tema de nuestro tiempo”.
La sustracción forzada de órganos por parte del Estado en China ha generado una creciente preocupación a nivel internacional. Un tribunal independiente con sede en Londres confirmó que el régimen chino ha estado realizando este atroz acto a “escala significativa”.
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Falta de respuesta de la ONU
Lord Hunt se ha sentido decepcionado por la falta de respuestas tangibles por parte de organismos internacionales como las Naciones Unidas. Durante el reciente examen de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en China, el tema de la extracción forzada de órganos no salió a relucir.
Lord Hunt se comprometió a luchar contra la sustracción forzada de órganos después de enterarse de lo que ocurría en China hace cinco años. “La sustracción forzada de órganos es un crimen terrible, terrible”, dijo, señalando los asesinatos que se cometen para alimentar la industria de trasplantes de órganos.
En China, la sustracción forzada de órganos, avalada por el Estado, amenaza a una población vulnerable. Los practicantes de Falun Gong, una comunidad estimada en 100 millones de personas, son blanco de esta atroz práctica, al igual que uigures, tibetanos y cristianos de la Casa. Atraídos por los cortos tiempos de espera en los hospitales chinos, algunos turistas internacionales se convierten en cómplices involuntarios al viajar al país para recibir un trasplante de órganos, sin saber que estos pueden provenir de víctimas de este crimen.
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