El cobalto es un mineral esencial para las baterías de los teléfonos inteligentes, las computadoras portátiles y los vehículos eléctricos. El Congo es el mayor productor mundial de cobalto, y se estima que entre 40.000 y 60.000 niños son explotados en las minas de cobalto del país.
Explotación infantil en las minas de cobalto
Los niños que trabajan en las minas de cobalto del Congo suelen ser reclutados por sus familias o por traficantes de personas. Trabajan largas horas en condiciones peligrosas, y están expuestos a riesgos de salud como la silicosis, el envenenamiento por mercurio y los accidentes.
La esclavitud infantil en las minas de cobalto del Congo tiene un impacto devastador en los niños. Los niños que trabajan en las minas suelen abandonar la escuela, y están expuestos a riesgos de salud y de abusos.
Las empresas multinacionales que compran cobalto del Congo deben tomar medidas para garantizar que no estén contribuyendo a la esclavitud infantil. Estas empresas pueden hacerlo exigiendo a sus proveedores que demuestren que su cobalto proviene de fuentes responsables.
UNICEF calcula que unos 40.000 niños y niñas trabajan como mineros artesanales en el sur de la RDC, muchos de ellos extrayendo cobalto.
Los infantes mineros artesanales utilizan cinceles y otras herramientas de mano para cavar agujeros de decenas de metros de profundidad, a menudo sin permiso de ningún tipo.
Otros suben a mano hasta la superficie piedras ricas en cobalto. Aunque conocimos a un niño que había bajado a los pozos, la mayoría de los niños y niñas mineros trabajan en la superficie, examinando los escombros y las piedras en busca de fragmentos de mineral que luego clasifican y lavan, relata Amnesty. org.
Ya bajen a los agujeros —que no están apuntalados y corren peligro de derrumbarse— o se dediquen a clasificar y buscar entre las piedras descartadas, los peligros son numerosos.
Por otro lado, la participación de niños y niñas en la minería está ampliamente reconocida como una de las peores formas de trabajo infantil.
Los gobiernos tienen el deber legal no sólo de impedirla, sino de eliminarla por completo. Y los fabricantes de productos tienen el deber de comprobar si hay trabajo infantil en sus cadenas de suministro, abordarlo cuando lo descubran, corregirlo y hacer públicas las medidas que han tomado.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada (Toma de YT / CNN en español).
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