5 minutos de lectura. No solo restringirán los alimentos que comerán los ciudadanos, sino que prohibirán los vehículos privados.
En un incomprensible intento por convertir a la ciudad de Nueva York en una abanderada de las acciones para ‘frenar’ el supuesto ‘cambio climático’, el alcalde, Eric Adams, anunció una estrategia en ese sentido, el 17 de abril.
Adams junto a otro centenar de alcaldes de las principales ciudades del mundo impulsan el consorcio C40 Cities, que junto al Foro Económico Mundial (WEF, por la sigla en inglés) se aliaron para ‘salvar al mundo’, para lo cual eliminarían totalmente el consumo de carne y de lácteos. No solo restringirán los alimentos que comerán los ciudadanos, sino que prohibirán los vehículos privados.
Además, incursionarán en otros aspectos de la vida privada, autorizando tan solo un vuelo aéreo cada dos años, y tres compras de ropa al año. Se supone que así sostendrán un ‘consumo más sostenible’.
De hecho, estas disposiciones suenan más a una especie de dictadura global en la que los habitantes de la Tierra pasan a ser solo miembros semiesclavizados, obligados a seguir las órdenes de los potentados a quienes nadie otorgó atribuciones tan arbitrarias.
Adams, expresó respecto de las huellas de carbono: “cuando se hace una comparación, las cifras que aportan los alimentos en comparación con el transporte, son extremadamente cercanas. Están casi empatadas”, agregando: “Así que no podemos hablar de autos, no podemos hablar de edificios si no estamos hablando de los alimentos que también contribuyen a esta crisis”.
Por lo pronto, la alcaldía instalará un “rastreador de consumo doméstico”, además de los que ya espían las emisiones generadas por el transporte, los desechos, y los sectores energéticos.
No basta con que muchos científicos destruyan las teorías del cambio climático, sino que estas son rechazadas por las personas que se detienen a pensar sobre él con una mente simplemente lógica y abierta a los hechos evidentes.
Argumentos basados en el sentido común muestran la insensatez de ese planteamiento, por ejemplo, el usuario de Twitter, @Alejandr0Camb, comparte en uno de sus mensajes: “Acabo de ver un video muy interesante: el total de dióxido de carbono en la atmósfera es de 0.04% (ni siquiera es 1%). Si bajamos el nivel de CO2 en la atmósfera las plantas empezarán a morir. El ‘calentamiento global’ y el ‘cambio climático’ producido por el hombre son un FRAUDE”.
Asimismo, el internauta @conservdriver complementa con: “Es peor que eso, del 0,04 (de ese )CO2, solo (10%) o menos es hecho por el hombre. El cambio climático provocado por el hombre es absurdo”, lo que finalmente desenmascara la irrealidad del argumento que usan los políticos para manipular las libertades de los ciudadanos.
No obstante, resulta preocupante que simultáneamente con la inducción a comer carne sintética e insectos muchas empresas productoras de alimentos están siendo destruidas masivamente desde hace algunos años. Más recientemente, un establecimiento fue incendiado, incinerando 18.000 vacas lecheras, en Estados Unidos.
Más aún, en Argentina, país famoso por los churrascos y la carne asada de alta calidad, el gobierno pretende reemplazarla por insectos, y la entidad sanitaria SENASA, intentó dar muerte a 200.000 gallinas porque, supuestamente, estaban infectadas con gripe aviar, lo que resultó falso, según análisis posteriores. De todas maneras, destruyeron 360.000 huevos, a pesar de las súplicas de los productores perjudicados.
Si se observan los planes de la ONU y el WEF para regular las vidas de los habitantes del planeta el panorama futuro se muestra realmente tenebroso, por lo que muchas analistas demandan que cada vez más personas tomen conciencia de esa situación y se posicionen para proteger sus libertades innatas.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Locución, Clemencia Camargo
Imagen de portada: Izda.: Destrucción de huevos en Argentina. Dcha.: Empaque de insectos ‘comestibles’. (Tomas de pantalla: YouTube/Info Tec 4.0/Veterinario gratis).