¡Papá, mamá! ¡la gente no está! ¿a dónde se ha ido? – cuento


¡Qué feliz me siento hoy! papá y mamá están en casa y no están apresurados por salir! y yo he podido dormir mejor…ahhh qué rica es mi camita. – Miau…miau, maúlla kira la mascota de Juanita. ¿Quieres pepitas de colores? Pregunta Juanita a su mascota. Kira corre apresurada dando salticos detrás de Juanita y mastica rápidamente su comida, sí que es muy divertida, tiene muchos colores y formas: cuadradas, redondas y en forma de gomitas de colores. uff pero huele raro.

Papito y mamita están hablando en voz baja ¿mmmm?… Las dos se dirigen a la ventana pues hay muchos pajaritos en el árbol del frente de la casa y cantan alegremente, kira está muy emocionada y quiere salir por la ventana le gustaría corretearlos,  ¡Cálmate kira! Tú con tus uñas largas los puedes lastimar.

¿No hay carros, no hay gente? la calle está vacía…. ¡papa, mama! Los carros y la gente se han ido ¿a dónde se fueron? Pregunta Juanita. Ellos se miran sin saber que decir a Juanita. ¿Nosotros también nos tendremos que ir? El papa de Juanita la toma de la mano y se dirigen a la ventana.

Si ves a doña Alicia, está allá dentro de su casa y mira Don Juan está limpiando los vidrios. Ahhh siiii, pensé que se habían ido y nos habían dejado solos. ¿Pero por qué ya no salen a la calle?  Insiste Juanita.

Haber hijita, te propongo lo siguiente: Tú vas a bañarte, luego tiendes tu cama, recoges tus juguetes y organizas los libros del colegio. Mientras tanto la mamita prepara el desayuno y yo organizo el resto de la casa. Y luego te contare porque todos estamos en casa.

Bueno papito…Juanita corrió apresurada a realizar sus deberes. Y luego de un rato y después de haber cumplido cada uno con sus labores, se sentaron en la sala.

El papá de Juanita comienza el siguiente relato:

En un lugar muy lejano, se formó un enorme hueco, en el cual vive un gigante, con una apariencia muy espantosa. A este lugar llegan todos los malos actos que se cometen el mundo, estos se convierten en humo negro y son el alimento de este ser aterrador.  Después de comer se acuesta a dormir y ronca tan fuerte que hace temblar la tierra.  Uyyy -Juanita se estremece-.  ¿y cuáles son esos actos malos? ¿Nosotros tenemos actos  malos? Pregunta Juanita.

Todas las personas en todas partes del mundo…en las ciudades, en el campo, en cada familia; tenemos comportamientos buenos que van a un  hermoso jardín y se convierten en flores  y deliciosas  fragancias;  y comportamientos malos que van a ese enorme hueco, convirtiéndose en figuras deformes oscuras y expiden fuertes olores. Juanita escucha atenta a su padre con una carita de sorpresa.

Papito y ¿cuáles son los actos buenos? Hijita, es el comportamiento  bueno que tenemos hacia  las demás personas. Y se llaman VALORES. Cuales…cuales papito ¿yo tengo valores? yo quiero tener muchos valores. Si hijita, han sido con los que tu mamita y yo te estamos orientando y dando ejemplo. Pero dime papito ¿cuáles son? Kira se sube sobre las piernas de Juanita y se duerme ronroneando ppprrrrr, ppprrrrr mientras Juanita acaricia su cabeza, pero sin dejar de prestar atención a su padre. La mamita les ofrece un delicioso refresco de naranja.

Y continúa el papa. Uno de los valores más importantes es: El respeto, es acatar las normas de la familia, del colegio, de la comunidad, de nuestra nación. Y comunicarnos como lo estoy haciendo contigo; con un tono de voz bajo, palabras amables, escuchándote  y atendiendo tus inquietudes…. Todas las personas somos diferentes y debemos respetar nuestras diferencias con respecto a: las creencias espirituales, nuestro color de piel, nuestra ideología política, a la edad, costumbres…. Además debemos cuidar nuestro planeta “tierra”; el agua, la naturaleza, los seres vivos, así como tú, cuidas a kira.  Estos comportamientos va derechito al jardín y lo más importante a tu corazón y te convierten en un gran ser humano.

¡Gracias¡  siiiii, yo quiero ser una gran persona como tú, como mama, como mi abuelita. El rostro de juanita se ilumina con una gran sonrisa, se levanta de la silla y da a sus padres un fuerte abrazo.

Juanita se dirige nuevamente a la ventana ¿pero allá afuera sigue estando muy solo, tampoco hay aviones volando, todo está muy tranquilo?

¡Juanita ven! – dice su mama-  quiero contarte porque no hay gente afuera de sus casas. Y se sientan en el balcón de la casa  -¿Recuerdas que papa te hablo de “enorme hueco” en   un lugar muy lejano?

Sucede, que el Respeto no se practica en todas las familias…No entiendo mamita…explícame.

Un día cuando fui a recogerte al colegio,  encontré que tu compañero Julián estaba llorando… La mamita me conto, que él no quería volver al colegio.  ¿Y por qué mama?

Sus compañeras se burlaron de él, porque esta gordito…le dijeron que comía como los cerdos y lo empujaron. Él se sintió muy triste. ¡Tú crees que eso está bien hija? ¡Nooo que triste! Mañana lo invitare a ser mi amigo y lo acompañare en los descansos.

Pues esa falta de respeto de sus compañeras, se convirtió en un humo muy oscuro que se fue al fondo del enorme hueco.  Allí han ido todas las malas acciones hechas por las personas del mundo: de los que pelean, de los que cogen lo que no les pertenece, de los que les quitan la vida a otros seres…de los papitos que lastiman a sus hijos…y los hijos que lastiman a los padres, de los niños que lastiman a sus compañeros, de las malas decisiones de nuestros gobernantes.

Han sido muchas malas acciones (falta de respeto) que han llenado el enorme hueco de mucho humo oscuro… le llega todos los días…por la mañana, pero más en las noches.

El hueco se llenó tanto que estaba muy apretujado, a punto de estallar…  y ya no había espacio para el gigante espantoso, pero allí dentro, el humo se convirtió en pequeñas pepitas, las cuales se escaparon, y empezaron a flotar por el aire, van por todos los países del mundo.

Estas pepitas no las podemos ver, ¡debemos tener cuidado de que no se posen sobre nuestros cuerpo! Pues nos pueden enfermar. ¿Aja mamita, o sea que es por eso que no podemos salir? Correcto Juanita.

Es por ese motivo, todos debemos estar en casa; limpiarla muy bien y bañarnos las manos con jabón y abundante agua.

Al amanecer del siguiente día. – Juanita  despierta y corre apresuradamente al cuarto de sus padres. ¡Buenos días papito, mamita!…les da un fuerte abrazo. Kira los observa desde la puerta meneando su esponjosa cola, miau miau.

Vamos a realizar las labores del día, tu Juanita organizas tu cuarto papito y yo limpiaremos la casa y preparemos los alimentos…pero primero ¡a asearnos todos!  Cada uno emprendió a realizar su deber con entusiasmo.

Reunidos en la sala; Juanita pregunta ¿Cómo hacemos para que el gigante y el hueco oscuro se acaben? ¡Me dan mucho miedo!

Ya sé, dice la mama…No lo alimentaremos más, ¿Y cómo mama? Pregunta Juanita. Es urgente que todas las personas  cambiemos la manera de ser con los demás: Hay que ser amables, solidarios, honestos, agradecidos, o sea ¡respetuosos! Dios  siempre espera que hagamos  el bien. Dice su papa.  Así tendremos una mejor convivencia.

Ser personas correctas, hará que la producción de humo se termine, el hueco profundo no tenga más alimento, se terminara la producción de pepitas y el gigante espantoso morirá de hambre.

Siiiii. Hay que contarle a mi profesora, para que ella, les cuente a todos mis compañeros y ellos a sus familias….tenemos que enterar a todo el mundo. Juanita aplaude emocionada.

Y así pasaron los días…los actos y costumbres malas se fueron transformando en buenas…las flores aumentaron no solo en el jardín de la casa de la abuelita, también en las casas de todas las personas que practicaban el respeto y las buenas costumbres.

Las ciudades se volvieron ordenadas y limpias, nuestros gobernantes se volvieron  honestos, los campos se volvieron verdes y productivos; el agua pura y cristalina; los animales se sintieron libres las familias se unieron en armonía y cuidaban de sus hijos con amor…y en la medida que iba creciendo el bien; las pepitas que habían salido del hueco profundo, se fueron desintegrando.

La vida ya no es como antes; la gente pudo salir de sus casas y celebrar que es mejor llevar una vida  recta y dejarla como  herencia a las nuevas generaciones.

Juanita y su familia estaban muy felices celebrando…Ser buenos nos hace libres.

Redacción Consuelo Blanco Mejía

Locución Lucía Fernández

Diagramación: J.P. Simón