La pedofilia no es exclusiva de nuestros tiempos, pero su expansión global, como una plaga maligna, amenaza a los niños en todos los rincones del mundo.
Antecedentes y transformación
Desde hace algunos años comenzaron a estallar en diversos países, escándalos por abuso de menores a manos de clérigos católicos. En realidad, esto venía sucediendo desde mucho tiempo atrás, pero los altos jerarcas de la Iglesia preferían hacer caso omiso, trasladando a los implicados a otros sitios.
Sin embargo, como si se tratara de un plan siniestro, los pedófilos comenzaron a asomar el rostro, y de forma sutil, se comenzó a introducir en la memoria colectiva la posibilidad de que tal comportamiento pudiera normalizarse. Primero se comenzó con el supuesto ‘derecho’ a la autodeterminación sobre nuestros actos.
Luego vino la ‘inclusión’, la cual condujo rápidamente a la aceptación de cualquier tipo de comportamiento sexual, calificando a quienes se oponían a esto como discriminadores y difusores de odio.
Los dos anteriores movimientos llevaron al proceso de adoctrinamiento de los niños en las escuelas, acerca de la relatividad de la orientación sexual. Se multiplicaron los programas impulsados por los organismos internacionales y los gobiernos progresistas, para estimular el transexualismo entre los menores de edad.
Esta apertura de los niños hacia el sexo desde una edad temprana, ha permitido a personajes influyentes hablar en una forma más directa. Tal es el caso de la ministra de la Igualdad en España, Irene Montero, quien en noviembre de 2022 expresó ante el congreso que “los niños tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana basados en el consentimiento”.
Aunque Montero se ha justificado insistiendo que pretende ‘defender los derechos de los niños’, realmente está abriendo el camino para las relaciones con adultos. El supuesto de que un niño pueda tener el criterio para saber lo que es una relación sexual consentida, es claramente una falacia.
Los pedófilos entran a la autopista de la información
Con todo este contexto, y frente a una sociedad permisiva, los abusadores de niños han empezado a “salir del clóset”.
Aunque la pedofilia sigue siendo repudiada por la mayor parte de la población, y es castigada por las leyes en la mayoría de los países, el aumento de los consumidores de esta aberración se ha elevado, creándose un negocio muy rentable.
Por esto ahora no se trata solo del pedófilo solitario que acecha en los parques, sino que son poderosas mafias que usan las redes sociales de Facebook, Instagram, y el antiguo Twitter, entre otros, como vehículos directos para abordar a sus víctimas infantiles, y para contactar a los clientes que buscan información.
Prueba de esto, es lo sucedido poco después de que Elon Musk comprara Twitter, ahora X. Más de 404.000 cuentas relacionadas con material infantil fueron cerradas, en su guerra contra las cuentas de pedófilos. “Eliminar la explotación infantil es la prioridad número uno”, anunció a finales de 2022.
El diablo busca otros caminos
Pero la guerra contra la pedofilia iniciada por Elon Musk no ocurre igual en todas las redes sociales. Abundan pedófilos y traficantes en Instagram y Facebook, pues su Ceo Zukerberg se niega a tomar medidas drásticas ya que, según él, es muy difícil controlar esas cuentas porque cambian constantemente a través de la plataforma.
Sin embargo, lo denunciado recientemente por The Wall Street Journal sobre la facilidad conque se pueden contactar cientos de redes de tráfico y pornografía infantil en Instagram, ya ha desatado una gran controversia.
Lo más grave de esto es que en Instagram ni siquiera se requiere utilizar claves secretas. Tan solo utilizando palabras explícitas o emoticones se accede a cantidades de sitios de pedofilia, entrelazados unos a otros, todos los cuales envían invitaciones para participar.
Ya muchas organizaciones y gobiernos han pedido a Meta, propietaria de Instagram, que tome medidas para erradicar estos sitios. Sin embargo, la compañía no pone suficiente interés. Incluso, se apreciaba cómo al momento acceder al sitio, el algoritmo advertía que este podía contener material de abuso infantil, pero daba la opción de seguir adelante.
Así mismo, la llamada Red oscura o Dark Net, también es reconocida como uno de los lugares preferidos por los traficantes de niños. Esto es gracias al anonimato que allí se ofrece. Su característica de no tener una dirección IP fija hace casi imposible rastrear a los usuarios.
Mil veces se ha dicho que el internet es el cielo y el infierno a la vez. Por lo tanto, no se puede condenar a la que es simplemente una herramienta utilizada de muchas formas. Pero sí se debe exigir a las grandes plataformas, controles estrictos sobre el tráfico de abuso infantil.
Una lucha de todos los días
Afortunadamente no todo son malas noticias dentro de este crimen tan terrible. Así como Elon Musk, hay muchos que dedican su vida a denunciar y a pedir resultados a los gobiernos.
El inesperado éxito de la película del mexicano Eduardo Verástegui, “Sonido de libertad”, ha sido un campanazo para quienes insisten en ocultar o minimizar todo lo que hay detrás de las redes de tráfico de menores.
Por otro lado, la insistencia de los grandes medios de comunicación por desprestigiar esta película, o los rechazos de las grandes productoras de cine para distribuirla, muestran el interés que tienen ellos en estos temas. Mientras Netflix estrenó con bombos y platillos la película “Cuties”, que promueve la sexualización de niñas, se niega presentar una película que denuncia el crimen contra los niños.
El papel de los padres
Exponer a pedófilos y redes de pedofilia no es fácil, pero nosotros como padres debemos saber claramente que nuestros hijos corren peligro.
Debemos conocer que permitirles usar sin control las redes sociales los expone a ser abordados por pedófilos y traficantes sexuales. Los niños que posan inocentemente junto a sus padres, queriendo ser protagonistas en las redes, son los más codiciados por estos personajes pervertidos.
Nuestros niños son completamente vulnerables ante las acciones de los adultos. Los padres somos su protección.
Políticas promotoras de pedofilia
Las leyes y las políticas sesgadas de muchos gobiernos actuales trabajan en contra de los niños, aunque dicen que los protegen. Apoyan desde el aborto, y se sigue con el adoctrinamiento sexual en escuelas. Entre los educadores y políticos que promueven la sexualidad temprana de los menores, hay muchos pedófilos agazapados.
Pocos adultos tienen cultura política para poder elegir candidatos sanos y limpios, que defiendan a los niños. Si votamos pensando que son de mentes abiertas y progresistas, podemos estar promoviendo al enemigo de nuestros hijos.
La pedofilia debe ser castigada como uno de los peores crímenes de la humanidad. Un niño abusado, será un adulto con gran dolor interior. Su alma estará rota, como si hubiera sido asesinado cuando se abusó de él.
Solo entendiendo cabalmente todo esto se podrá detener el avance de los pedófilos, pero jamás la libertad como derecho podrá ser una justificación para cometer crímenes contra inocentes.
Escrito por Carlos Morales G. para VCSradio.net
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