La persecución contra los cristianos en China es una realidad que se remonta a siglos atrás. Sin embargo, en los últimos años, el régimen comunista chino ha intensificado sus esfuerzos para controlar la religión en el país, y los cristianos, los musulmanes y los practicantes de Falun Dafa son los más afectados.
En 2018, el líder chino, Xi Jinping, lanzó una campaña para “sinicizar” todas las religiones del país. Esta campaña implica la subordinación de las religiones a la ideología del Partido Comunista Chino (PCCh).
Como resultado de esta campaña, las autoridades chinas han impuesto una serie de restricciones a las actividades religiosas cristianas, que incluyen:
El cierre de iglesias no autorizadas
La detención y encarcelamiento de líderes religiosos
La vigilancia de los miembros de las religiones
Torturas
Encierros en campos de concentración sin un juicio justo
Persecución en todos los niveles de la vida común
Extracción de los órganos para venderlos
Según el informe anual de Puertas Abiertas, una organización que trabaja para apoyar a los cristianos perseguidos, al menos 50.000 cristianos fueron detenidos por el PCCh en 2022.
Algunos de los cristianos y los demás fieles de otras religiones detenidos han sido acusados de delitos como “subversión del Estado” o “actividades ilegales”. Sin embargo, en muchos casos, las autoridades chinas no presentan cargos específicos contra los detenidos.
Los cristianos detenidos a menudo son sometidos a tortura y malos tratos en las cárceles chinas. Algunos de ellos han sido incluso asesinados.
La persecución cristiana en China es una violación flagrante de los derechos humanos. Los cristianos tienen derecho a la libertad de religión, y este derecho debe ser respetado por el régimen chino.
La comunidad internacional debe denunciar la persecución cristiana en China. Los gobiernos de todo el mundo deben presionar al gobierno chino para que ponga fin a esta situación.
Casos concretos:
Además de las cifras generales, es importante destacar algunos casos concretos de persecución cristiana por el régimen chino.
En 2022, la policía china detuvo a Wang Yi, el líder de la Iglesia de la Asamblea de Dios en China. Wang Yi ha sido un firme defensor de la libertad religiosa, y su detención ha sido ampliamente condenada por la comunidad internacional.
Otro caso destacado es el de la pastora Wang Yi, quien fue detenida en 2015 y condenada a cinco años de prisión por “subversión del Estado”. Wang Yi es una líder cristiana muy respetada en China, y su detención ha sido un duro golpe para la comunidad cristiana del país.
La persecución cristiana en China es una realidad que no debe olvidarse. El régimen chino ha intensificado sus esfuerzos para controlar la religión en el país, y los cristianos son uno de los grupos más afectados.
Esta situación es una violación flagrante de los derechos humanos y debe ser denunciada por la comunidad internacional. Los gobiernos de todo el mundo deben presionar al PCCh para que ponga fin a esta situación.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada (Toma de YT / @biteproject).
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