Una anciana de 70 años estaba completamente paralizada en un lecho de la prisión en el que se encontraba encerrada por su fe. Cuando su hija la visitó en julio de 2019 no podía parar de llorar al verla conectada a una sonda de alimentación y a un catéter.
La señora Liang Huaiyuan, de nacionalidad china, es una ingeniera jubilada que fue apresada por hablar con sus vecinos sobre Falun Dafa, una disciplina espiritual basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia que es perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
La creciente popularidad de Falun Dafa en los años ´90 en China, fue vista con celos por el Partido comunista chino (PCCh, por su sigla) cuando comenzó su persecución, calculando que el número de practicantes eran entre 70 y 100 millones.
De este modo, sus seguidores empezaron a ser encarcelados y torturados desde 1.999 por el régimen comunista ateo.
Así ocurrió con la señora Liang Huaiyuan y con su hija Liang Yu, quien fue liberada en 2017 después de haber cumplido 3 años de prisión también por practicar Falun Dafa.
La historia de la señora Liang fue reportada por Minghui.org, un medio especializado que informa de primera mano sobre la persecución que sufren los practicantes de esta antigua fe bajo el régimen totalitario chino. Y así, tal como lo sucedido a Liang y su hija Yu, le ocurre a cientos de miles de creyentes, son sometidos a campos de trabajo forzado, centros de tortura, lavado de cerebro e inclusive a la sustracción forzada de órganos -cuando las personas aún están con vida-, tal como lo evidencian las pruebas aportadas al Tribunal Independiente sobre el Uso de Órganos de Prisioneros de Conciencia en Trasplantes en China, dirigido por el prestigioso abogado británico Geoffrey Nice. (Fuente: Bles.com)