
Captura de Pantalla (X - @EmmaRincon)
Una propietaria en Queens, Nueva York, se enfrenta a una batalla legal después de descubrir ocupantes ilegales en su propiedad.
En un giro inesperado de los acontecimientos, Adele Andaloro, de 47 años, enfrenta una difícil batalla legal después de descubrir ocupantes ilegales en su propiedad familiar valorada en un millón de dólares, ubicada en un tranquilo barrio de Queens, Nueva York.
Andaloro heredó la propiedad con la intención de venderla, pero se encontró con una situación alarmante: alguien había cambiado las cerraduras y se había instalado en la casa sin su autorización.
El incidente se desencadenó cuando Andaloro, acompañada por cámaras de ABC7, intentó ingresar a la casa después de descubrir que la puerta estaba abierta. Al entrar, se encontró con dos hombres, uno de los cuales afirmó haberse mudado solo dos días antes.
Con la mediación de la policía, Andaloro logró expulsar a los hombres, quienes no pudieron demostrar que habían ocupado la casa por más de 30 días y fueron obligados a abandonar la propiedad. La propietaria, siguiendo el consejo de la policía, llamó a un cerrajero para cambiar las cerraduras de la casa, a pesar de las advertencias policiales en contra.
Sin embargo, una vez que la policía se retiró, los ocupantes ilegales regresaron y buscaron extorsionar a Andaloro por dinero. Ante esta situación, la propietaria volvió a llamar a las autoridades, quienes indicaron que el conflicto debía resolverse en los tribunales, ya que se consideraba un asunto entre propietario e inquilino y estaba fuera de su jurisdicción.
De manera sorprendente, Andaloro fue esposada y detenida por haber cambiado las cerraduras, una acción prohibida por la ley de desalojo de Nueva York, una normativa que complica el panorama para los propietarios en casos de ocupación ilegal.
La ley de desalojo de Nueva York establece que los ocupantes ilegales pueden presentar un reclamo de posesión adversa después de 10 años de ocupación ininterrumpida. Además, se les otorgan ciertos derechos después de solo 30 días de ocupación, lo que dificulta el proceso de desalojo para los propietarios.
En resumen, la experiencia de Andaloro pone de manifiesto los desafíos legales que enfrentan los propietarios en situaciones de ocupación ilegal en Nueva York, donde las políticas izquierdistas pueden complicar la protección de los derechos de propiedad.
Artículo escrito con información de Mundo Libre
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