Régimen chino persigue a la minoría étnica Uigur por causas religiosas
La comunidad uigur es la etnia más grande de China, profesa la religión musulmana y habita desde hace siglos en la región de Xinjiang, al noroeste de China. Allí, el régimen chino alberga numerosos campos de concentración, donde este conglomerado humano es sometido a trabajos forzosos y violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
Desde 2017, el gobierno chino ha recluido a más de 1 millón de uigures y miembros de otros grupos étnicos minoritarios, donde se les obliga a renunciar a sus identidades religiosas y étnicas y a jurar lealtad al Partido Comunista Chino.
Desde hace años, asociaciones de derechos humanos, como la Organización de las Naciones Unidas, han denunciado la persecución que sufren estas minorías étnicas en Xinjiang, sacando a la luz numerosas evidencias de la existencia de estos campos de concentración y de las torturas que sufren allí los prisioneros. Pero, como es habitual en el proceder del régimen chino, ellos han negado tales evidencias y han indicado que se trata de centros de educación vocacional para eliminar cualquier pensamiento extremista en la región.
No obstante, un documento secreto del gobierno chino que se conoció a principios del año anterior, reveló que el gigante asiático persigue a los musulmanes uigures porque teme a lo que ellos han llamado una infección religiosa, y a que tengan muchos hijos.
La organización de vigilancia a los derechos humanos, Human Rights Watch, dice en un nuevo informe publicado el 9 de diciembre del año 2020 que el Partido Comunista Chino utiliza la Plataforma Integrada de Operaciones Conjuntas para escanear los datos de las cámaras de vigilancia, teléfonos celulares, puestos de control de la policía y otras fuentes para seleccionar a los uigures que serán detenidos.
Dicho informe, llamado “China: El programa de macrodatos apunta a los musulmanes de Xinjiang”, se basa en el análisis de una lista filtrada de más de 2000 detenidos y ha encontrado que la gran mayoría de ellos, fueron marcados por su comportamiento no violento. Todos los detenidos en la lista son uigures.
Después de que se identifica a alguien para su posible detención, la policía u otros funcionarios administrativos toman la decisión de detenerlos arbitrariamente sin apelar a los fiscales o a los tribunales y esto constituye una violación a la Constitución de China y a los derechos humanos internacionales.
La investigadora de Human Rights Watch para China, Maya Wang, en este informe, señala que: “El gobierno chino debería cerrar inmediatamente la plataforma integrada de operaciones conjuntas, borrar todos los datos que ha recogido y liberar a todos los detenidos arbitrariamente en Xinjiang”.
Aparte de los musulmanes túrquicos, los creyentes de otras religiones y prácticas espirituales, también son blancos de persecución del régimen chino, como es el caso de los practicantes de Falun Gong que desde 1999 son sometidos a los mismos vejámenes.
Escrito por Margarita Restrepo con información de TheEpochTimes.com y Tierrapura.org