Los Uigures es una etnia musulmana, más cerca de las naciones de Asia Central que a China, viven fundamentalmente en Sinkiang, a pesar de esto todos los días son hostigados por los espías del gobierno comunista de China, obligándolos a renuncia a sus costumbres, y a sus creencias religiosas con amenazas de todo tipo.
Bajo el presidente Xi Jinping, la tierra de los uigures está poblada de aparatos de vigilancia, desde puestos de control en las calles hasta equipo de reconocimiento facial que registra a todo el que camina por la calle. Ahora, dicen los uigures, deben soportar la presencia de agentes del PC incluso en sus propias casas. “El régimen trata de destruir el último espacio donde los uigures pueden conservar su identidad” dicen los analistas.
Así de esta manera todos los grupos espirituales y religiosos en China sufren constante persecución obligando a las comunidades a dejar de creer en sus religiones o culturas espirituales. (Fuente: Bles.com).