El senador demócrata por Virginia, Patrick Leahy, instó el 12 de septiembre al régimen chino a que ponga fin a la detención y a la “brutalidad” contra los practicantes de la disciplina espiritual Falun Dafa.
Veinte años después de que el régimen chino lanzara una campaña nacional para erradicar la práctica, la persecución aún continúa.
“El gobierno chino debería cesar inmediatamente su detención arbitraria y la brutalidad contra los practicantes de Falun Gong y otras minorías religiosas y étnicas”, dijo Leahy en una declaración.
“Debería liberar a los prisioneros políticos de los centros de reeducación, despenalizar las prácticas religiosas y espirituales y permitir que los grupos internacionales de derechos humanos y los periodistas entrevisten a los supervivientes. Debería comprometerse a poner fin al uso de la tortura, la sustracción de órganos de los prisioneros y la propaganda contra las minorías”.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica de meditación tradicional originaria de China con enseñanzas morales basadas en verdad, benevolencia y tolerancia. Fue prohibida por el Partido Comunista Chino (PCCh) en 1999 tras aumentar su popularidad a principios de esa década. Las estimaciones del régimen chino en ese momento indicaban que entre 70 y 100 millones de personas practicaban esta disciplina. (fuente: La Gran época)