Sin agua no existiría la vida. Sin agua no hay esperanza ni futuro para nuestros niños. ¿Por qué la desperdiciamos?
Atesorar el agua, ríos y fuentes, es preservar nuestra propia existencia.
En Vivirconsabiduría.uno hacemos un llamado cordial a tu corazón, por el agua.
Autor y Locutor: Lucía Fernández