Cómo afectan las pantallas táctiles en el aprendizaje de los niños es una nota de interés para el hogar que puedes escuchar o leer a continuación.
El 75% de los niños de 3 años tiene su propio dispositivo móvil en EEUU. Ya en preescolar pasan un promedio de seis horas al día viendo algo en una pantalla y el tiempo de uso aumenta conforme van creciendo. En ese mismo país, los adolescentes entre 8 y 18 años dedican unas nueve horas diarias a las tecnologías digitales.
El nuevo cambio que suponen los móviles y las tabletas táctiles es la capacidad de interactuar con ellas. «Esto tiene unos efectos diferentes en el desarrollo y la cognición del cerebro», indica Dimitri Christakis, director del Centro de Salud, comportamiento y desarrollo infantil del Children Seattle Hospital. «Estamos estudiando cómo influye en el aprendizaje de los niños».
En dicho Centro siguen investigando y ahora intentan averiguar la respuesta a otra pregunta: ¿cuánto tiempo debe utilizar un niño los dispositivos digitales al día?
Otro estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Londres y publicado en la revista “Nature”, no puede ser más claro desde su título: “El uso diario de pantallas táctiles en bebés y niños pequeños se asocia con una reducción del sueño y un retraso en el inicio del sueño”.
A medida que aumenta el uso infantil de estas tecnologías, los pequeños tardan más tiempo en conciliar el sueño. Como dato curioso, el uso de la televisión solo reducía el tiempo de las siestas diurnas y no afectaba al sueño nocturno.
En Silicon Valley, epicentro de la economía digital, ubicado en Palo Alto California, proliferan los colegios sin tabletas ni ordenadores y las niñeras con el móvil prohibido por contrato. Podemos ver en estos colegios que los educadores emplean tizas de colores en tableros de madera rústica, que cubre la pared frontal de la clase. Los niños de básica primaria y básica secundaria realizan sus cuentas en los pupitres con lápiz y cuartillas. El aula está forrada de papeles: mensajes, horarios y trabajos de los alumnos. Ninguno ha salido de una impresora. Nada, ni siquiera los libros de texto, que elaboran los propios niños a mano, ha sido realizado por ordenador.
Escuelas de medio mundo se esfuerzan por introducir ordenadores, tabletas, pizarras interactivas y otros prodigios tecnológicos. Pero en las escuelas Waldorf (colegios privados donde se educan los hijos de directivos de Apple, Google y otros gigantes tecnológicos), no entra una pantalla hasta que llegan a secundaria.
Los adolescentes de hogares con menos ingresos, según un estudio de Common Sense Media, pasan dos horas y 45 minutos al día más ante las pantallas que aquellos de hogares de ingresos altos. Otros estudios indican que los niños blancos están significativamente menos expuestos a las pantallas que los negros o hispanos.
Redacción, César Múnera para VCSradio.net
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