Escritora feminista denuncia la revolución sexual: “Las tradiciones son experimentos que funcionaron”

La escritora, Louise Perry , argumenta que la revolución sexual ha llevado a una pérdida de identidad y de valores para las mujeres. 

Señala que la revolución sexual ha promovido la promiscuidad y la desintegración de la familia, lo que ha tenido un impacto negativo en las mujeres.

La escritora también denuncia la idea de que la revolución sexual ha liberado a las mujeres. Argumenta que la revolución sexual ha llevado a una mayor desigualdad entre hombres y mujeres, ya que los hombres siguen teniendo más poder y control sobre las mujeres.

La denuncia de Perry a la revolución sexual ha provocado un debate en el movimiento feminista. Algunas feministas apoyan las críticas de la escritora, mientras que otras las consideran demasiado extremas.

Un atentado contra las mujeres

Es de tener en cuenta que la revolución sexual, influenciada y alentada por el neomarxismo, cobró protagonismo en Estados Unidos en la década de 1960 y condujo al debilitamiento de los valores familiares tradicionales.

Perry, que es directora de The Other Half (La otra mitad), un grupo de reflexión feminista con sede en Londres, dijo al panel que aunque el rechazo de las normas sexuales tradicionales es el núcleo de la revolución sexual, fueron las tradiciones los “experimentos que funcionaron”, según The Epoch Times en español.

En su libro Contra la revolución sexual, la también periodista británica Louise Perry, una voz cada vez más destacada del feminismo, se argumenta cómo la hipersexualización, el consumismo a ultranza, la omnipresente pornografía y el todo vale están tiranizando a las mujeres.

El valor de la cultura tradicional

Asimismo, Perry reitera “Tenemos que fijarnos en las estructuras sociales que ya han demostrado su eficacia en el pasado y compararlas entre sí, en lugar de compararlas con alguna alternativa imaginada que jamás ha existido y que probablemente jamás vaya a existir”. 

Sigue diciendo: “El impacto de la píldora llevó a los liberales sexuales a la presuntuosa creencia de que nuestra sociedad podía quedar libre de la opresión de las normas sexuales y que podía funcionar sin problema”.

“Los últimos sesenta años han demostrado que esa creencia era equivocada. Tenemos que volver a levantar las barandillas sociales que se han derribado”. 

Finalmente sorprende con la lucidez y sensatez de sus conclusiones “Y, para ello, tenemos que empezar por lo más evidente: el sexo se debe tomar en serio. Los hombres y las mujeres son diferentes. Algunos deseos son malos. El consentimiento no es suficiente. La violencia no es amor. El sexo sin amor no empodera. Las personas no son productos. El matrimonio es bueno. Y, sobre todo, haz caso a tu madre”..

Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.

Imagen de portada (Toma de YT / Iglesia de Dios unida).

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