3 minutos. En la celebración del Día Nacional de la Libertad Religiosa en Colombia, los jóvenes se presentaron como la esperanza en medio de la crisis de valores que vive Colombia.
El pasado 7 de julio se celebró el Día Nacional de la Libertad Religiosa en Colombia, en la Casa de Nariño. Allí se pudo observar cómo, en medio de un país en crisis por la carencia de valores morales y sociales, existen aún muchos jóvenes creyentes dispuestos a aportar.
En la ceremonia estuvieron presentes el Presidente Iván Duque, el Ministro del Interior Daniel Palacios y el Viceministro del Interior Juan Pablo Díaz Granados, acompañados por delegados de diferentes Iglesias y Cultos religiosos y, lo más importante, de jóvenes representantes de diferentes creencias religiosas.
Llamó la atención la joven Yury Fuentes quien en su discurso hizo hincapié en la importancia de fomentar los valores en la sociedad. Afirmó que,
“más que profesionales con virtudes de seres humanos, Colombia necesita seres humanos virtuosos, con capacidades profesionales”.
En este discurso podemos apreciar su claridad respecto a la supremacía de la virtud sobre el ejercicio de una profesión, como método para obtener la excelencia en la vida.
Así mismo, se llevó a cabo la firma del Pacto Juvenil por la Política Pública Integral de Libertad Religiosa y de Culto, por parte de los jóvenes presentes y del Ministro del interior. Según el presidente, este es un esfuerzo por trazar un camino para ‘empoderar a una Juventud que juega un papel protagónico’.
Entre tanto, la joven Andrea Romero entregó al Presidente una piedra, con estas palabras:
“La próxima vez que un joven colombiano tome una piedra, que no sea para destruir sino para construir una casa o un templo. Es por eso, señor presidente, que le quiero entregar esta piedra como símbolo de construcción. Yo quería que fuera un símbolo para construir el país que nosotros los jóvenes queremos”.
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Fue muy alentadora la referencia del Presidente Duque a la importancia de compartir y entendernos en medio de la diferencia.
Además, invitó a los jóvenes para que se conviertan en adalides no solo de los derechos, sino también de los deberes. También subrayó que ‘la violencia es la ausencia de la razón y que no se puede defender una causa cercenando los derechos de los otros’.
Vale la pena reflexionar sobre cómo, en medio de un país que cruza por una profunda crisis social, estos jóvenes solo buscan servir, mientras que tristemente otros muchos adoctrinados salen a exigir mayores derechos, educación gratuita (que ya existe), subsidios y muchas cosas que no están del todo claras. Todo lo quieren gratis, sin más esfuerzo que el de salir a pedir y enfrentar a la autoridad.
Estas dos actitudes opuestas muestran la diferencia entre quienes aún rigen sus vidas por los valores, no solo religiosos, sino sociales y morales, y aquellos que se encuentran sumergidos en una sociedad materialista.
Y no es que la protesta no sea válida o que no le asista ninguna razón. Es que hasta para esto se deben tener valores. Como el valor del esfuerzo para adquirir cosas y el de ofrecer algo a cambio de los beneficios que esperamos obtener.
A esta celebración, asistieron jóvenes procedentes de diferentes estratos sociales, jóvenes tranquilos, ajenos al desespero y al odio visto en los últimos días. Guiados por su fe, son ellos conscientes de su rol dentro de la sociedad.
Los espectadores vemos con alegría la confianza de que todavía puede haber un futuro promisorio para un país agobiado por la violencia y la desesperanza.
Editorial VCSradio.net
Foto República de Colombia. Presentación de Yury Fuentes
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