15 min. Las “leyes para la seguridad nacional” en China, que busca eliminar la libertad de creencia e implementar por la fuerza de la ideología atea, está preocupando a los organismos de derechos humanos.
Organizaciones de Derechos Humanos en todo el mundo, manifiestan su preocupación por las llamadas “leyes para la seguridad nacional” en China, las cuales son una estructura jurídica que busca eliminar la libertad de creencia en ese país y responde a la implementación por la fuerza de la ideología atea, característica en el régimen comunista que rige ese país desde hace 72 años.
Desde hace dos décadas, año tras año, el gobierno del Partido Comunista Chino (PCCh), viene incrementando con rigor las leyes para tener mayor eficacia en la persecución religiosa. Se notan claros esfuerzos por cercenar completamente la parte integral del ser humano, y cualquiera que se atreva a practicar una religión puede ser llevado a un tribunal donde sus garantías individuales son anuladas por las leyes establecidas.
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Estas leyes van desde darle un poder, a un policía, de maltrato e intimidación, con plenas facultades para violar domicilios y arrestar o poner en custodia a quienes son acusados de tener “comportamientos anticomunistas”, que muchas veces se traduce en no querer renunciar a su Fe; permitiendo a la policía mantener recluidas a personas hasta por más de seis meses sin tener derecho a la defensa.
Esto es lo que llaman “Vigilancia domiciliaria en un lugar designado”, como lo expresa el código penal del 2012, recientemente reformado. Este además incluye una cláusula que permite que el detenido pueda ser llevado a lugares secretos donde la persona puede ser torturada para sacarle declaraciones de culpabilidad, teniendo piso legal para estos abusos, sin que la autoridad pueda sufrir acusaciones.
Igualmente, en marzo del año 2018 el gobierno aprobó la “Ley de Supervisión”, donde hace formal otra nueva manera de detención secreta en el régimen de incomunicación llamada “liuzhi” que quiere decir “retención bajo custodia”, y allí las autoridades pueden utilizar diferentes maniobras para distorsionar la realidad para probar la supuesta culpabilidad del acusado, quitándole a este la posibilidad de una defensa o un juicio justo.
Esto hace que las personas sean cruelmente torturadas y sus posibilidades de vida sean muy escasas, hasta pueden desaparecer sin que el gobierno tenga la obligación de responder.
Nuevas leyes se han producido para evitar que las personas detenidas por su Fe sean asistidas jurídicamente, y estas son dirigidas a periodistas, activistas de derechos humanos y profesionales en la jurisprudencia o abogados de profesión, donde se les limita todo campo de acción para ejercer el derecho a defender a sus clientes, o a publicar la verdadera realidad.
Como ejemplo está el caso del abogado Gao Zhisheng, quien empezó a defender a los practicantes de la disciplina espiritual Falun Gong y por tal hecho lo han torturado y ha sido desaparecido, incluso, hasta el momento no se ha sabido la suerte de él, como lo ha denunciado el medio The Epoch Times.
En particular, hace poco el gobierno del PCCh, dictó una ley para reprimir la libertad religiosa, donde el estado establece parámetros para unir las creencias para el futuro. En otras palabras, una nueva y única religión, utilizando métodos y campañas engañosas como “antiseparatistas” o “antiterroristas”, sobre todo en las regiones del Tíbet, en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang, predominantemente musulmana, en todos los lugares donde hay mayor concentración de practicantes de Falun Gong, y en otras zonas de población tibetana.
En el caso de la región Autónoma Uigur del Xinjiang, el gobierno comunista ha promulgado nuevas normas, entre ellas la “Normativa Antirradicalización”, con el fin de mantener más de cerca estricto control a los asuntos religiosos, y vigilar que se cumplan ciertas prohibiciones de “conductas religiosas” en los monasterios, sobre todo los tibetanos.
Entre otras cosas, también hay países que siguen al pie de la letra los métodos y formas de persecución a las religiones como lo hace el gobierno chino, como por ejemplo, los gobiernos comunistas de Cuba, Corea del Norte, Vietnam del Norte, y Laos, entre otros que tienen orientación comunista y ateísta.
En el 2019, Samuel D Brownback, embajador para la libertad religiosa de Estados Unidos, una vez que escuchara varios testimonios y relatos sobre el trato inhumano que están recibiendo muchos grupos religiosos y la horrenda persecución a muerte que están sufriendo las personas que practican la disciplina Falun Gong (sobre todo por la extracción forzada de órganos estando vivos), ha estado a la vanguardia en la denuncia de ese derecho fundamental por todo el mundo para que termine ese horrible flagelo que está deteriorando las sociedades y el mundo entero.
Brownback indica: “Persisten los alegatos de que el régimen chino continúa sustrayendo a la fuerza órganos de prisioneros retenidos por su Fe, entre ellos practicantes de Falun Gong y Uigures”, y continuó, “Datos de investigadores valientes y persistentes generan preocupación con respecto al sistema de trasplantes en China, donde la donación voluntaria no logra suplir la demanda. Esta idea es aterradora”, como lo indica un artículo de Bles.com.
De acuerdo a los informes de Amnistía Internacional, y otras nuevas organizaciones que velan por el derecho a la libertad religiosa en el mundo, cada día se intensifican más las persecuciones a la libertad religiosa, y desde el año 2017 hasta hoy las estadísticas revelan cifras verdaderamente escalofriantes. Por decir algo, el presidente de China ha calificado el cristianismo como “una infiltración extranjera”, y desde ese entonces ha aumentado la hostilidad a esa comunidad, en arrestos en un 60% respecto a los años anteriores.
Recordamos que, en ese mismo año, (el año 2017), hubo un gran impulso por parte de los Estados Unidos para presionar al gobierno chino sobre las acciones nefastas que realiza contra las religiones, y ya empezaban a verse algunas luces de acuerdos entre países en el área diplomática para frenar la persecución.
De tal manera que muchos países han acogido esta propuesta, incluso se han fijado fechas de celebración, por ejemplo, el día internacional de la Libertad Religiosa y días nacionales de la Libertad Religiosa, como en el caso de Colombia, donde se celebró el 4 de julio del 2021, y en Costa Rica el 19 de enero del 2021, entre otros.
En este momento se puede ver que la comunidad internacional se está despertando ante los atropellos que sufre el ser humano en los países comunistas, sobre todo en China.
Fuente: Amnistía Internacional y Bles.com
Redacción: Álvaro Sierra para VCSradio.net.
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