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Foto histórica del inicio de la revolución china.
4 minutos. 100 años desde la aparición del Partido Comunista Chino, han dejado miseria, muerte y terror en este país milenario.
Por estos días, el gobierno chino está festejando los 100 años de comunismo durante los cuales ha llevado destrucción a un país que fue el pilar de la cultura y el progreso de la humanidad.
Todo empezó en 1921, con los cimientos de la ideología marxista y la ‘lucha de clases’ como piedra fundamental del movimiento. En 1949 subió al poder para implantar un régimen de terror y destrucción de la sabiduría acumulada de cinco mil años de historia.
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“…El Partido Comunista Chino, PCCh, cree que mientras haya vida, habrá lucha. Para lograr sus objetivos, no duda a la hora de asesinar a ciudadanos o contaminar el medio ambiente. Así mismo, tampoco se detiene ante el hecho de que la mayoría de los habitantes rurales y muchos en las ciudades vivan en la pobreza”, según el libro Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista.
Es un hecho que, el PCCh ha engañado al pueblo chino, especialmente a los campesinos y obreros. Esto se aprecia claramente en campañas como la Reforma Agraria de 1949, el Gran Salto Adelante de 1958, y la Revolución Cultural en 1966.
Todas estas campañas fueron un total fracaso, y dejaron a su paso más de 60 millones de muertos.
El objetivo inicial de este régimen siempre fue claro: eliminar de la mente la moral de los ciudadanos, cualquier vestigio religioso, dañar la tradición, acabar la cultura, el arte, la propiedad privada y concentrar la economía en manos del partido.
El Libro Los Nueve comentarios sobre el Partido Comunista afirma que ‘el PCCh busca llevar al pueblo al abismo, la miseria y la destrucción’.
Sin embargo, en la actualidad China vive una aparente prosperidad y ofrece ventajas económicas a otros gobiernos, pero en realidad todo obedece a su filosofía expansionista en el sentido económico y cultural.
Su estrategia principal es invitar a los diferentes líderes de los países pobres con todo tipo de lujos y ostentación para venderles la imagen de desarrollo y magnanimidad, ayuda mutua, préstamos con intereses extremadamente altos y con condiciones desfavorables. Ellos se ven forzados a aceptar debido a sus condiciones económicas.
Pero, con estos acercamientos a líderes mundiales buscan extender la ideología comunista y expandir su poder.
Dentro de China, el PCCh temeroso de perder el poder, reprime cualquier protesta, a cualquier precio, como sucedió en la manifestación de la Plaza Tiananmen de 1989, donde en un solo día asesinó a más de 10 mil estudiantes.
Así mismo, las represiones religiosas también han dejado miles de víctimas, como el caso de la persecución desde 1999, a los practicantes de Falun Gong, una antigua práctica de meditación china, quienes son sometidos a torturas, trabajos forzados e incluso extracción de órganos.
Los mismos tratamientos están recibiendo los miembros de la etnia uigur de Xinjiang, los cristianos, tibetanos, y budistas.
Así que China no es el paraíso que muchos incautos creen. Son 100 años de violaciones a los derechos humanos donde no cesan las persecuciones políticas, religiosas y las represiones a todo tipo de disidencias.
En occidente no deberíamos pensar que la solución a los problemas es el comunismo, pues la historia muestra ampliamente que esta filosofía es fallida y lo único que deja es la miseria y desarraigo de los pueblos. Si no lo creen den una mirada a los países comunistas como Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, Venezuela, etc.
Fuente: Libro Nueve Comentarios sobre el partido comunista, del grupo editorial de The Epoch Times.
Redactor invitado, Álvaro Sierra A.
Foto histórica del inicio de la revolución china.
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