
Tiempo de lectura 6 minutos. Resulta preocupante el avance del Partido Comunista Chino en Latinoamérica
El tambaleante gobierno argentino, liderado por el presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, condenada a 6 años de prisión por corrupción, se inclina ante el régimen chino para evitar su colapso durante los próximos meses.
Al decir del diputado bonaerense, Guillermo Castello, están “rascando la olla” ante su escasez de divisas, por lo que acordaron con Beijing pagar sus importaciones con yuanes. Así no están obligados a entregar cerca se 2000 millones de dólares antes de diciembre, cuando termina el período presidencial.
“… es una medida desesperada ocasionada por la falta fragilidad absoluta y la falta de dólares”, expresó Castello el 26 de abril, agregando: “… El gobierno no está pensando en tomar medidas estructurales para recuperar la confianza y revertir la situación. Solamente piensa en rascar la olla para llegar a diciembre sin un colapso total”.
No obstante, esta decisión del superministro de Economía, Sergio Masa, posible sucesor del poder peronista, causa incertidumbre, porque no se sabe que contraprestación requerirá el régimen chino por esa concesión. Más aún, con base en ella este aumentaría sustancialmente su fuente de poder en Latinoamérica.
Influencia del régimen chino
Es mucho lo que el Partido Comunista de China (PCCh) ha obtenido ya de la Argentina, inclusive a costa de su soberanía, tal como ocurre con la base militar que el régimen chino instaló en la Patagonia, pero a la que no puede acceder.
Otro de los proyectos de infraestructura fluvial regionales de los que se apodera el PCCh es la hidrovía, el quinto del mundo, que interconecta a lo largo de 3.400 km. a Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Ya controla la parte de Paraguay, negocia la parte de Bolivia y de obtener la de Argentina, la región quedaría a merced de empresas chinas para el transporte por esta vía.
Otra de las grandes inversiones obtenidas por Beijing se realiza en las inmensas minas de litio, existentes en Suramérica. En el sector de Bolivia, en Uyuni y Coipasa ya aplicó más de mil millones de dólares. En Argentina va por los 700 millones de dólares. También en Chile.
En este aspecto, no solo se desarrolla una carrera con Estados Unidos, sino que se entabla toda una guerra geopolítica que incluye la seguridad nacional por la independencia energética de los países involucrados.
El régimen chino tampoco descuida la venta de armamentos, concediendo a Bolivia la construcción de aviones de entrenamiento, y pretende venderle a Argentina naves de combate, cazas a reacción, y vehículos blindados.
Resulta preocupante el avance del PCCh en Latinoamérica, dados los antecedentes de depredación realizados en otros países como Sri Lanka, Zambia y Angola. El régimen chino utiliza su retorcida “diplomacia de la trampa de la deuda” para obtener ventajas estratégicas sobre países que generalmente padecen pobreza estructural, dependencia económica y altos índices de corrupción.
No menos inquietante es que los gobiernos latinos no pongan reparos a la pesada carga de violaciones a los derechos humanos que perpetra en régimen chino, que han alcanzado la triste categoría de genocidio, otorgada por varios países. Esta oscura trayectoria es también una advertencia que no se puede pasar por alto en las relaciones con esa dictadura totalitaria, atea y antidemocrática.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Locución Ignacio Lo Bello
Imagen de portada: El ministro de Economía de Argentina, Sergio Masa . (Toma de pantalla: YouTube/Televisión Pública Noticias).
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