En una decisión que no es comprensible del todo, la presidente de Honduras, Xiomara Castro, decidió abandonar la histórica alianza con Taiwán, llamado oficialmente República de China, por el polémico sometimiento al régimen comunista chino.
De acuerdo con la BBC, la explicación que ofrece el canciller hondureño, Enrique Reina, es que su país está “hasta el cuello” por problemas financieros, y aunque Taiwán le proporcionó 600 millones de dólares a su país, ahora lo abandona, optando por relaciones con el Partido Comunista de China (PCCh).
Frente a esos argumentos, es viable asumir que Honduras aceptará financiación del régimen chino, ignorando las reiteradas acusaciones de que este somete a los países en vías de desarrollo a las llamadas “deudas trampa”; estas imponen condiciones leoninas que terminan cediendo el PCCh importantes infraestructuras, con la pérdida de soberanía nacional de los países que toman esos préstamos.
De hecho, el régimen chino sigue la estrategia de despojar a Taiwán de sus aliados en todo el mundo, insistiendo en la política de ‘una sola China’, y amenazando con tomar a la isla democrática aún “por la fuerza”, a pesar de que sus 11 millones de habitantes eligen a sus mandatarios en votaciones universales, algo que está prohibido en el enorme país asiático.
Varios países ya perdieron el dominio de importantes propiedades dentro de sus territorios, porque se vieron obligados a cederlas a Beijing, dado que les resultó imposible pagar las enormes deudas contraídas con el régimen chino. Es conocido que en esas negociaciones suelen usarse los sobornos y otras tácticas corruptas.
El avance del régimen chino en Latinoamérica alarma a las autoridades estadounidenses, tal como lo expresó la jefa del Comando Sur de EE. UU., la general Laura Richardson, ante el Congreso estadounidense, la semana pasada:
“China ha ampliado su capacidad para extraer recursos, establecer puertos, manipular a los gobiernos a través de prácticas de inversión depredadoras”, agregando: “(China) continúa expandiendo su influencia económica, diplomática, tecnológica, informativa y militaren América Latina y el Caribe”.
Otro aspecto que parecen ignorar los gobernantes de casi todos los países, es el de las innumerables y escandalosas violaciones del régimen chino a los derechos humanos. Estas son de tal magnitud que han sido declaradas como genocidios por varios países, tales como Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña.
Las violaciones más flagrantes son contra diversos grupos étnicos como el de los uigures, o contra los practicantes de tradiciones espirituales milenarias, como la de Falun Dafa, que se basa en los principios universales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, o los de los cristianos o de los musulmanes.
Entre los crímenes que comete el PCCh contra su pueblo, se registran encarcelamientos sin el justo juicio, torturas, condenas en campos de concentración, donde los prisioneros son explotados como mano de obra esclava, y más cruel aún, la extracción forzada de órganos, que son vendidos en el mercado negro de trasplantes.
La mayoría de los gobernantes se hacen los de la vista gorda ante estas atrocidades; al parecer prefieren dar prioridad a los negocios, como es el caso de Honduras, que niega el apoyo a Taiwán. De todas maneras, este pequeño país, a pesar de su aparente vulnerabilidad, ha sabido granjearse el apoyo de tantas naciones como para que el régimen chino lo piense muchas veces, antes de invadirlo.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada: Izda.: La presidente de Honduras, Xiomara Castro. Dcha.: La presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen. (Tomas de pantalla: YouTube: Voz de América/Casa Presidencial de Honduras).