7 minutos. La violación a los derechos humanos en China ha sido denunciada durante años. Ahora varios países lanzan un boicot a los juegos olímpicos de invierno en ese país.
Desde hace varias décadas organizaciones de derechos humanos han estado exponiendo y denunciando en el mundo la violación a los derechos humanos que se presenta en China, especialmente en la región de Xinjiang.
Con motivo de la realización de los juegos olímpicos de invierno 2022 en Beijing, cuya apertura será el próximo 4 de febrero, algunos países decidieron hacer un llamado de atención al mundo, acogiéndose a un boicot diplomático para protestar por los abusos contra los derechos humanos cometidos en China.
Antecedentes
Desde mediados de febrero de este año, el congresista republicano de los Estados Unidos Michael Waltz, afirmó que es “inmoral, poco ético y erróneo” que China sea sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.
- También le podría interesar:
Waltz presentó una resolución pidiendo a Estados Unidos que boicotee los Juegos Olímpicos, argumentando que los notables abusos contra los derechos humanos cometidos por el Partido Comunista Chino (PCCh), no lo hacen digno de ser sede del evento deportivo.
“El mundo no puede legitimar los actos de genocidio del PCCh en Xinjiang, la destrucción de los derechos democráticos de Hong Kong y la peligrosa supresión del brote de coronavirus en Wuhan que costó vidas, enviando delegaciones a los juegos en Beijing”, agregó Walz.
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, argumentó que se han escuchado numerosas preocupaciones en todo el mundo sobre esos Juegos Olímpicos, debido a la violación de los derechos humanos sobre pueblo uigur, un grupo étnico predominantemente musulmán, en Xinjiang. Asimismo, están las protestas en Hong Kong, y las crecientes tensiones de China con Taiwán.
Además, el Régimen chino es señalado de violar el derecho a la libertad religiosa dentro de su territorio, como son los casos de los cristianos y el grupo espiritual Falun Gong, persecuciones que continúan hasta el día de hoy.
El pasado 20 de julio, se cumplieron 22 años del inicio de la brutal persecución a Falun Gong o Falun Dafa, una antigua práctica de meditación, que se basa en los principios universales de verdad, compasión y tolerancia. Esta persecución incluye torturas, lavado de cerebro, acoso a la familia, trabajos forzados, etc. con el fin de que los practicantes renuncien a su fe.
Además, existe evidencia concreta de que el PCCh realiza la sustracción de órganos a practicantes de Falun Gong y a prisioneros de conciencia, quienes son asesinados para abastecer el lucrativo negocio de trasplantes de órganos.
Ante todas estas evidencias, en mayo del presente año, la presidenta de la Cámara de Representantes en los Estados Unidos, Nancy Pelosi, se pronunció en apoyo de un boicot diplomático a los juegos olímpicos de invierno, declarando que “el silencio sobre este tema es inaceptable” y que “permite los abusos de China”.
¿En qué consiste el boicot diplomático?
Lo habitual es que funcionarios de alto rango de muchos países acudan a las Olimpiadas y representen sus naciones. El boicot impediría que los delegados y funcionarios de las naciones, asistan y representen a sus naciones en los juegos.
Esto no significa que los atletas no puedan participar. Los deportistas podrán competir.
Hasta el momento, 7 países se han unido oficialmente al boicot diplomático, entre ellos Estados Unidos, Lituania, Gran Bretaña, Australia, Canadá, Escocia y Nueva Zelanda, habían anunciado oficialmente un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing.
- Estados Unidos
El pasado 6 de diciembre, la Casa Blanca anunció el boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de invierno de 2022 en Beijing.
El gobierno de Biden no enviará una delegación oficial de Estados Unidos, como declaración contra el «actual genocidio y los crímenes contra la humanidad en Xinjiang» de China, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. Los atletas sí competirán.
- Reino Unido
Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, anunció que Gran Bretaña boicotearía la diplomacia de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing. No enviarán ministros ni altos funcionarios a la ceremonia de apertura prevista para el 4 de febrero del año que viene.
- Australia
Tras el anuncio de la Casa Blanca, Australia también emitió una declaración similar el miércoles 8 de diciembre.
- Canadá
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, igualmente anunció el miércoles 8 de diciembre que Canadá se une a este boicot. Dijo que estaba muy preocupado por las reiteradas violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno chino.
- Lituania
El país báltico fue técnicamente el primero en confirmar públicamente su intención de boicotear los juegos olímpicos de Beijing. El 3 de diciembre, el presidente lituano Gitanas Nauseda dijo que, ni él ni sus ministros asistirían a los Juegos.
- Escocia y Nueva Zelanda
Estos dos países también anunciaron que sus funcionarios no asistirán a los juegos olímpicos.
Asimismo, El Parlamento Europeo se unió a las exigencias de boicot diplomático. Las razones son las que ya vienen denunciando otros países y organizaciones: los abusos contra los derechos humanos.
Por otra parte, organizaciones de derechos humanos también están exigiendo avanzar con el boicot.
Para Lhadon Tethong, del Instituto de Acción del Tíbet, «estos no pueden ser unos Juegos como de costumbre o negocios como de costumbre; no para el Comité Olímpico y tampoco para la comunidad internacional”.
¿Qué es lo que está pasando en Xinjiang?
Xinjiang, es la región al noroeste de China, donde habita la etnia uigur, de religión musulmana. Allí, el régimen chino sostiene numerosos campos de concentración, donde somete a esta comunidad a trabajos forzados y violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
Desde 2017, el gobierno chino ha recluido a más de 1 millón de uigures, donde se les obliga a renunciar a sus identidades religiosas y étnicas y a jurar lealtad al Partido Comunista Chino.
Los uigures de Xinjiang se sienten marginados y excluidos del auge económico chino, alegando una discriminación laboral generalizada en las industrias controladas por el estado que han dominado la economía local.
El Departamento de Estado de EE.UU. estima que, hasta 2 millones de uigures y otras minorías musulmanas han pasado por esa extensa red de centros de detención.
El gobierno insiste en que estos campos son necesarios para prevenir el extremismo religioso y el terrorismo.
El trato de los uigures y otras minorías en Xinjiang ha sido ampliamente condenado por la comunidad internacional.
En julio de 2019, 22 países firmaron una carta instando a China a poner fin a sus “detenciones arbitrarias masivas y violaciones relacionadas” y pidieron a Pekin que permitiera a los expertos de la ONU acceder a la región.
En enero de este año, Estados Unidos determinó oficialmente que China está cometiendo genocidio y crímenes de lesa humanidad contra los uigures
Estados Unidos también prohibió las importaciones de productos de algodón y tomates producidos en Xinjiang dentro de campos de trabajos forzados.
En marzo, mientras tanto, Estados Unidos junto con la Unión Europea, Canadá y Reino Unido anunciaron sanciones a funcionarios chinos por violaciones de derechos humanos en Xinjiang.
Ojalá muchos otros países en el mundo que participarán en los juegos olímpicos de invierno se unieran a esta propuesta, para pedir al Comité Olímpico Internacional y a sus socios, presionar al gobierno dictatorial de China para que libere a los presos de conciencia y reduzca su acoso y violación a los derechos humanos a sus conciudadanos.
Artículo escrito por Margarita Restrepo con información de Bles.com y Minghui.org