2 minutos de lectura. En una oscura noche, cierto hombre estaba buscando afanosamente algo, a la luz de un farol. Veamos qué buscaba con tanto ahínco.
Buscando en el Lugar Equivocado
En una cierta aldea, ya entrada la noche, un hombre se encontraba de rodillas, al lado de un farol, buscando algo con mucho empeño.
Después de observarlo durante un tiempo, un vecino se acercó, en parte curioso y en parte con deseo de ayudarle, y le preguntó:
-¿Podrías decirme qué estás buscando?
-Perdí la llave de mi comercio y la necesito ahora mismo.
Entonces, el vecino se puso igualmente de rodillas, dispuesto a colaborarle en la búsqueda. Pero después de un rato, viendo que no podían localizarla, y ya bastante impaciente, le preguntó cómo la había perdido.
-Estaba por salir de mi casa y de repente sentí que se había caído.
-¡Por Dios! – contestó el vecino -. Si la perdiste en tu casa, ¿por qué la buscas aquí?
-Es que aquí hay más luz.
Reflexión
¿De qué vale buscar a Dios en los lugares santos, si donde lo has perdido ha sido en el corazón?
Cuento anónimo adaptado para VCSradio.net
Tema musical: Saudi Arabian Logo – Igor Khainskyi – Libre de derechos -Envato
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