Sin la ingestión de café, píldoras u otros estimulantes, Randy Gardner estuvo despierto 11 días y 25 minutos con la ayuda de dos amigos incansables que lo expusieron a luces brillantes, música a gran volumen y duchas frías.
Todo fue parte de un elaborado experimento, cuyos resultados presentarían a su clase en San Diego, Estados Unidos, en 1964.
Los 3 adolescentes, además de Randy participaron Bruce McAllister y Joe Marciano, fueron asesorados por William Dement, autoridad en la investigación del sueño, de la Universidad Stanford, quien declaró que el joven había resuelto la teoría acerca de la falta de sueño.
“Creíamos que un prolongado período sin dormir causaría locura temporal, pero el experimento de Randy sugiere que no”, afirmó en ese entonce el especialista.
El experimento fue realizado en la casa de Bruce, quien habilitó una habitación, y cada seis horas realizaban pruebas a Randy, utilizando elementos que hallaban a mano.
Probaban su coordinación, equilibrio, emociones, sentido del humor, el del sabor, tacto, vista, olfato y audición, aplicando 20 ingeniosos patrones para la elaboración de los cuales habían pedido asesoría a unas dos docenas de instituciones.
Elaboraron un cuidadoso registro de cada una de las pruebas.
“Empezamos a notar cambios: sus habilidades cognitivas incluso sensoriales empezaron a verse afectadas, pero su destreza para jugar al básquet mejoró”, recuerda Bruce en una entrevista reciente con la BBC.
Las últimas 24 horas resultaron heroicas para Randy, Dement y Joe le llevaron de tour por San Diego, visitando la estación de policía, la oficina del estado del tiempo, la cárcel y la playa. Finalmente, a las 6 de la mañana le permitieron dormir, ya había pasado en 4 horas el récord anterior establecido por un disc jockey de Honolulu.
Randy durmió durante 14 horas seguidas, mientras diversos electrodos grababan sus ondas cerebrales y los movimientos de sus ojos, en el hospital Naval, según describió la revista LIFE en su momento.
Estos jóvenes, hace ya más de 50 años, marcaron un hito en la historia de la ciencia que estudia el sueño, gracias a su escrupulosidad y responsabilidad al ejecutar sus deberes escolares. Redacción Bles