9 Minutos. Acompañando a un ser querido en estado terminal es una nota que puede servirte si estás pasando por esta situación. Puedes escuchar o leer la nota a continuación…
Acompañando a un ser querido en estado terminal
Enterarnos de la enfermedad produce dolor
Una situación muy difícil de afrontar, es cuando nos enteramos y asumimos la enfermedad terminal de algún pariente cercano, y no es para menos. El miedo nos invade, entramos en tristeza y desconsuelo y de alguna forma nos proyectamos desde ese momento a la angustia por perderlos, por no volverlos a ver, con tristeza vemos cercana su partida, los sentimientos nos sobrepasan el corazón, solo el llanto parece mitigar ese dolor.
Aceptando la enfermedad
Es importante ser conscientes que, aunque para los familiares sea difícil de asimilar esta situación, el punto de partida es poder ayudar a nuestro ser querido ya que es él el que directamente sufre en cuerpo, mente y alma.
Es vital documentarnos sobre las fases que existen al atravesar una enfermedad terminal con el fin de identificar en cuál se encuentra nuestro ser querido. De acuerdo a su malestar, tal vez se salte alguna de estas fases, o el mismo avance de la enfermedad se lo impida.
Identificar estas fases y conocerlas nos hace ser más asertivos y de esta forma ser un soporte de apoyo permanente, generando empatía con la situación y la realidad de enfermedad, de esta forma nuestro ser querido se sentirá entendido, valorado y amado.
Conociendo las fases por las que se atraviesa
Si bien estas fases están estipuladas claramente, es necesario saber que su duración va de acuerdo a la situación de la persona misma, así como su edad, su contexto, sus creencias personales, la misma enfermedad y sobre todo el acompañamiento familiar y profesional.
De acuerdo con Carolina Gutiérrez, psicóloga de la Clínica Dávila, “Si no podemos curar, tenemos que cuidar”.
También señala que para lograr entender más lo que puede experimentar una persona ante este escenario, se debe explicar brevemente las fases del duelo, entendiéndolo como pérdida, y no como la muerte.
De acuerdo con la doctora Gutiérrez, la Fase 1 consiste en el impacto y la negación. El paciente recibe el diagnóstico y luego se cuestiona, “¿por qué a mí?”
Luego niega la situación: “No puede ser. Buscaré otra opinión médica”.
A continuación, en una segunda fase, indica la especialista que se presenta una desorganización o conciencia de la pérdida. Desde su entendimiento, la persona comienza a intentar dar una explicación racional a lo que está ocurriendo.
En una tercera fase se presenta la conservación y el aislamiento, que además de ser muy común, clínicamente se puede confundir con depresión, pero no necesariamente significa que sea así.
El paciente tiende a recluirse y no comunicarse con otros. Tratan de evadir cualquier contacto con sus redes de apoyo, muchos de sus pensamientos son:
– “Me cuesta hablar”.
– “¿Qué les podré comunicar?”
– “No quiero que me vean así”.
Para la fase 4, la especialista señala que se da una cicatrización o reacomodo, lo que significa que el paciente tiene más aceptación de su condición e intenta reajustarse a su nueva realidad.
En la fase 5, se da paso a la sanación, si bien no es al 100%, el paciente ya puede explicarse racionalmente y emocionalmente el proceso que está viviendo e intenta disfrutar y reconstruir lo que le queda de vida.
Entonces ¿Qué hacemos en este momento de crisis?
Es importante estar bien informados del signo de alarma que se pueda presentar y dar oportuna atención con el fin de mejorar su calidad de vida, de igual forma hay que saber atender una emergencia en casa, de acuerdo con la especialista.
Consulta a tu médico y pídele guía y asesoramiento, mantén a la mano teléfonos de servicio de ambulancia, contabilizar el tiempo de llegada de tu hogar al hospital, de esta forma garantizas la superación de cualquier eventualidad que pueda presentarse.
¿Qué cuidados se debe tener con estas enfermedades de estado terminal?
Es importante generar un ambiente adecuado, en donde la higiene sea extrema, esto debido a su condición delicada de salud; una cama cómoda, sillas adecuadas de acuerdo a cada circunstancia, ejercitar su cuerpo de acuerdo a su condición, una dieta adecuada orientada por un profesional. Según su enfermedad, hacer un horario visible de sus medicamentos, si requiere oxigeno tener cuidados pertinentes y es vital velar por la integridad, física y psicología de nuestros familiares en esta condición.
Caminando juntos con amor
Cuando conocemos cómo actuar, qué hacer y cómo ayudar, nos convertimos en los ángeles de nuestros familiares, debemos armarnos de paciencia y valor y anteponer nuestras propias necesidades y emociones, ya que ellos necesitan de nosotros, dependen de nuestra buena actitud para mitigar en gran medida su enorme dolor.
Nos convertimos en su mayor cadena de apoyo, entendemos con paciencia sus emociones y necesidades físicas, pero sobre todo psicológicas, es importante hacerlos sonreír y brindarles compañía, comprensión y mucho amor.
Cuando caminamos juntos ese sendero de espinas inevitable con nuestros familiares, los acompañamos, les brindamos un bálsamo que alivia su sufrimiento. Es solo que hay una gran diferencia, nosotros lo hacemos con zapatos y ellos descalzos y recorremos el sendero hasta donde podamos llegar, pero solo el destino decidirá hasta qué punto los acompañamos.
Sin embargo, el solo hecho de estar juntos uno al lado del otro, sanando sus heridas con una sonrisa y sin dejarle ver que no hay esperanza de que sanen, esa es la mayor prueba de amor y así también se templa nuestro espíritu.
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Aprendiendo la lección
Cualquiera que sea tu caso no estás solo, mira esta experiencia de vida que está frente a tus ojos como una oportunidad de dar amor incondicional, sin egoísmo, examínate y encontrarás que en la primera etapa de la enfermedad solo pensaste en el sufrimiento de dejar de ver a tu ser querido, y que una vez transitas con él, el camino de su enfermedad, algo cambia y se sublima. El dolor que viste y sentiste te hace afinar las cuerdas del alma, te das cuenta, que el tiempo se hizo corto, que tal vez no lo apreciaste lo suficiente y te arrepientes, reflexionas…
Ten calma, tu ser querido se entregó a ti, para que aprendas la lección y vivas con más conciencia, que ames tu vida con plenitud, que compartas más con los que quedan a tu alrededor, que abordes tu vida con un ideal para que de ahora en adelante veas al otro en tus ojos.
La vida en cada momento te está devolviendo lo que das, la enfermedad muchas veces nos enseña una lección o nos muestra un camino que a veces no queremos ver, es importante hoy tener la fe y la esperanza de que cualquiera sea tu creencia, en la vida hay una luz que se refleja en nuestros actos.
Cuando asistes a un enfermo y le brindas el acompañamiento necesario, estás al mismo tiempo haciendo un duelo constante y permanente, y para el momento del último adiós, te despedirás con dignidad creciendo aún más como persona.
Artículo, Adriana Contreras Pineda para VCS Radio.net
Imagen de Portada: Christopher Cintron en Pexels
Locución: Katia Comas y César Múnera
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