4:50 minutos. En los mitos han existido muchos personajes que generaron muchas historias. Pero es indudable que sólo Hércules puede ostentar el título de primer superhéroe.
Son muchos los personajes de la mitología griega que dejaron huella por sus hazañas, al enfrentarse incluso a los dioses, hecho que les trajo innumerables tormentos que debieron superar. Un ejemplo destacado es Hércules, reconocido por sus proezas, que lo convirtieron en un referente de la férrea voluntad humana.
La historia de Hércules, o Heracles en la mitología romana, está, como la de todos los héroes mitológicos, rodeada a la vez por la tragedia y el heroísmo.
Dicha historia se inicia cuando el inquieto dios Zeus engaña a Alcmena haciéndose pasar por su esposo Anfitrión. De esta fugaz relación nace el semidiós Hércules. Pero la esposa de Zeus, Hera, enfoca su ira y deseo de venganza por la infidelidad de su marido, sobre ese hijo ilegítimo.
Es así como, siendo un bebé, Hera envía dos serpientes a la cuna de Hércules. Pero sorpresivamente, éste las estrangula, mostrado por primera vez la poderosa fuerza física con la que estaba dotado.
Una vez crece, rápidamente se convierte en héroe al liberar a Tebas de sus enemigos. Por esto, el rey le concede la mano de su hija, Megara. Con ella tuvo dos hijos, pero Hera no olvidaba su deseo de venganza, y lo enloquece momentáneamente, conduciéndolo a asesinar a su familia.
Después de esta gran tragedia, cuando recupera la lucidez, decide desterrarse a Argólida, donde se pone a la orden del rey Euristeo. Este rey le encomienda doce misiones prácticamente imposibles, las cuales debe cumplir sucesivamente.
Estas misiones, conocidas como los trabajos de Hércules debían permitirle expiar sus culpas. A la vez, habrían de demostrar la fortaleza que lo inmortalizaría en la historia.
Entre las principales pruebas encontramos la del león de Nemea, al cual debió estrangular, pues su piel no era penetrada por las flechas. Después se le encomendó matar a la hidra de Lerna, la cual tenía nueve cabezas que se regeneraban tras ser cortadas. Por ello, debió ir quemando sus cuellos para matarla definitivamente.
Así mismo, domó al enorme y agresivo toro de Creta y lo llevó por el mar Egeo hasta Micenas, donde se lo presentó al rey Euristeo. A las temibles aves de Estínfalo, con pico, garras y alas de bronce, las ahuyentó tocando un cascabel de bronce. A muchas de ellas las mató a flechazos.
Pero no solo se valía de su fortaleza física. Muchas veces debió acudir al ingenio para cumplir la misión encomendada. La más célebre es la de limpiar en un solo día los establos del rey Áugeas, los cuales durante muchos años habían acumulado una gran cantidad de excremento de ganado. Para solucionar esto, condujo el cauce de los ríos Peneo y Alfeo hacia los establos, para que el agua los lavara.
Todos estos trabajos nos enseñan la perseverancia que debe tener el ser humano ante las calamidades, y cómo el éxito solo se obtiene apelando a la fortaleza y el esfuerzo constante. Así sea luchando contra lo que consideramos fuerzas más poderosas que nosotros.
Por lo tanto, solo mostrando el carácter indomable que tenía Hércules, así como su ingenio para solucionar problemas imposibles, se puede llegar a la meta propuesta. Esto lo vemos claramente en el hecho de que, cada vez que Hércules vencía en una prueba, daba un paso más hacia la inmortalidad.
Redacción: Carlos Morales para VCSradio.net
Narración: Javier Hernández
Portada: Hércules y la Hidra – Taller de Lucas Cranach el Viejo (1472-1553) – dominio público-Wikimedia Commons
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