11 Minutos. El Pajarito que no podía volar es un divertido cuento que enseña a confiar en sí mismo y que puedes escuchar o leer a continuación:
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EL PAJARITO QUE NO PODÍA VOLAR
En un bonito valle, lleno de flores, con grandes árboles de altas ramas y verdes hojas; nació un pequeño pajarito. En lo alto de un árbol, en una de las ramas más altas, estaba el nido lleno de huevos, y una soleada mañana de primavera nacieron los pajaritos. Uno de ellos tardó un poco más en romper el cascarón y ver la luz de la mañana. Desde el primer momento se distinguió de sus hermanos por ser algo más pequeño y por ser un poco más lento en aprender. Pio, pio, pio, con leves movimientos, se habría paso con dificultad, aprendía lo mismo que sus hermanos, pero le costaba un poquito más.
Todos los pajaritos eran felices y el pequeño pajarito también. Una mañana, cuando ya había crecido lo suficiente, les tocó aprender una importante lección, era el día de aprender a volar. El pequeño pajarito estaba muy nervioso e ilusionado pensaba:
_ Siento mucho miedo, pero hoy es un gran día, voy a prender algo muy importante _
La mamá impartió la siguiente instrucción:
Primero aprendan a mover las alas dentro del nido, así: de arriba para abajo; después a moverlas dando pequeños saltitos así, de esta manera y manténganse en el aire a apenas unos centímetros del suelo así…es muy sencillo.
Uno a uno iba saltando del nido y moviendo sus alas para volar. Llegó el turno del pequeño pajarito, su madre estaba muy pendiente de él, ya que sabía que a veces le costaba un poquito más aprender. El pajarito estaba muy nervioso y temeroso. Le llegó el turno de saltar desde el nido al aire y…
Aquí vo, vo, voooy.
Lo hizo, pero estaba tan temeroso que sus alitas no le respondieron bien, su coordinación falló, caía al vacío a gran velocidad, estaba tan asustado, que los ojitos se le aguaron, mientras sus hermanitos y su madre le gritaban
– ¡¡Abre las alas!!
Intentó abrir sus alas, pero se golpeó con una rama.
_ ¡Ayayayayyy mi alita como duele! _.
Su mamá tuvo que volar en su ayuda y recogerlo antes de golpearse contra el suelo, pero su ala ya estaba herida.
A causa de este accidente, el pequeño pajarito no pudo aprender a volar. Su ala quedó lastimada para siempre desde aquel fatídico momento. Y así fue como el pajarito creció sin aprender a volar. Y se lamentaba.
¡Siempre paseando por el suelo, y solo puedo subir a las ramas de menos altura, dando saltitos! ¿Cuándo podré hacerlo?
El pajarito creció sin volar, y se convirtió en un hermoso pájaro de plumas de colores y porte elegante. Pero siempre caminaba por el suelo de un lado para otro. Aunque sus hermanos le insistían:
¡Hermanito tienes que aprender a volar, inténtalo nuevamente!
No, no lo haré, es inútil, mi ala está lastimada y nunca lo conseguiré.
Una tarde mientras paseaba, escuchó un ruido desde lo alto. Levantó la cabeza y encontró a uno de sus hermanos enganchado entre las ramas de un árbol, en lo alto, estaba a punto de caer.
¡Ayúdame por favor, pio, pio, si me caigo se lastimaran mis alitas! -le dijo su hermano muy angustiado- ¡rápido me caigo!
Iré a buscar a alguien -respondió el pajarito – no te muevas.
No, no hay tiempo- le dijo su hermano- ¡vuela y ayúdame! Me voy a caer.
Una gran preocupación lo invadió, su hermano estaba en peligro, había que ayudarlo…
¡No te muevas hermanito, quédate quieto, que allá… vo, vo, voy!
El pajarito, realmente no tenía otra alternativa, aun sabiendo que no podía volar, cerró los ojos con mucho miedo y movió con todas sus fuerzas sus alas. Aleteó y aleteó con tanta fuerza, sabiendo que era inútil y entonces al notar que el aire le susurraba en su rostro y el vacío en sus pies, abrió de nuevo los ojos para comprobar sorprendido.
¡Estoy volando!
Fue tanta la emoción que chocó contra su hermano y ambos cayeron sobre la hierba fresca…juajuajua, juajuajua, juajuajua no podían de tanta risa, por fin había conseguido vencer el miedo a volar y salvar a su hermano del peligro.
¡Qué feliz me siento, lo he logrado, puedo volar, iré a dar un paseo! ¡Aquí voyyy, hasta pronto hermanitos!
Entonces descubrió que siempre había podido volar, pero nunca lo intentó porque siempre creyó que no podía hacerlo.
Adaptación al cuento: El pajarito que no podía volar.
Publicado en: cuentosinfantilesadormir.com