El deficiente sistema de salud chino fue decisivo en la expansión del coronavirus
Para conocer qué papel ha jugado el Partido Comunista Chino (PCCh) en el origen y rápida expansión global del coronavirus de Wuhan, debemos conocer el sistema de salud chino. El sistema de asistencia sanitaria en China, en manos del régimen comunista desde mediados del siglo pasado, ha impactado sobre la pandemia, por causa de su ineficiencia, corrupción y manipulación de la información.
Por lo anterior, es necesario analizar las condiciones, tanto del sistema de salud chino, como de las políticas sanitarias promovidas por el PCCh, para tener una aproximación a la verdad, pues constantemente toca apartar toda la maleza de información falsa que rodea los hechos, para encontrar lo que realmente sucede.
En la antigüedad, China creó una visión de la medicina en la que mente, cuerpo y espíritu eran una sola entidad, por lo cual los médicos practicaban y enseñaban técnicas de meditación y principios taoístas que los guiaban en profesión. Desafortunadamente, con la llegada del comunismo y su ateísmo, en 1946, estos conocimientos fueron abolidos por considerarse antirrevolucionarios. Desde entonces, China comenzó un descenso en su salud pública.
Mao creó el sistema de “Médicos descalzos”, que consistía en una capacitación de seis meses a simples campesinos, quienes regresaban a sus aldeas, para ejercer la medicina. Como era de esperarse, se cubrió gran parte del país, pero en una forma muy precaria.
En la actualidad, el gobierno del PCCh subsidia a los hospitales hasta con US $1.700 por paciente. Esto causa que después de dos semanas, el hospital envíe al paciente a su casa, sin importar su estado, para no asumir el sobrecosto. Por otro lado, si el paciente presenta una enfermedad leve, prolonga la hospitalización para copar el subsidio del gobierno.
Así que muchas camas requeridas por pacientes graves, son ocupadas por otros que no las necesitan. El resultado es que los más pobres no pueden pagarse la hospitalización, y el que tiene los medios económicos, debe pagar sobornos para garantizarse una atención adecuada. Por todo esto, el sistema de salud chino combina lo peor de los sistemas, privado y público, yendo en contra de la supuesta filosofía comunista de igualdad para todos, pues no todos tienen el mismo acceso a la salud.
Para reforzar lo anterior, la mezquindad del régimen con su pueblo, lo llevó a echar mano de la a la Medicina Tradicional China, reprimida por el PCCh años atrás, con el fin de ahorrarse hasta un 24% de los gastos hospitalarios. A Un conocimiento milenario tan profundo lo convirtió en un remedo, ya que actualmente no se requiere estudiar medicina, sino conocer los beneficios de algunas yerbas y animales. Como resultado, ahora hay alrededor de 4.000 hospitales de Medicina Tradicional y el PCCh presume de sus 877.000 camas.
La combinación de todos los anteriores factores produce un coctel explosivo que constantemente genera brotes de infecciones y epidemias, que son ocultadas por los gobiernos provinciales, siguiendo las directrices del órgano central del PCCh.
Es bien sabida la historia del médico Li Wenliang quien, a través de un chat, el pasado 30 de diciembre alertó sobre la presencia del nuevo virus, pero fue arrestado junto con otros siete colegas y obligado a firmar una declaración, comprometiéndose a dejar de “hacer comentarios que perturbaban el orden público”, según Infobae. Posteriormente, Li fue infectado por una paciente y unas semanas después falleció por el coronavirus de Wuhan.
He aquí cómo el sistema de salud, no solo de un país enormemente poblado, sino de todo el mundo, como es el caso del coronavirus de Wuhan, termina en manos del criterio de una comisaría de policía.
Esta historia nos muestra con claridad cómo un sistema de salud dependiente de un régimen que solo se preocupa de su imagen y para ello apela a todas las formas de corrupción posibles, no puede ser eficiente, pues siempre estarán las falsas cifras positivas, por encima de la seguridad de los ciudadanos a quienes se supone debe proteger
Redacción: Carlos Morales para Vivirconsabiduria.uno,
Con información del portal de Youtube VisualPolitik, The Epoch Times e Infobae