Niña tiene su pupitre en un árbol para recibir clases por internet


En una vereda del municipio de El Tarra, en Norte de Santander, Colombia, una niña ha instalado su pupitre en lo alto de un árbol, único sitio donde puede tener una señal clara en su teléfono celular, para recibir las clases.

En estos tiempos, la situación del confinamiento obligatorio ha llevado a muchos niños a tomar medidas extremas para poder continuar sus estudios, y aún en sitios retirados el afán de superarse está por encima de las dificultades.

Es así como, en el municipio de El Tarra, ante la imposibilidad de asistir a las clases presenciales por las medidas para detener la expansión del coronavirus, los niños deben comunicarse con sus profesores por celular, cuando sus padres no pueden darse el lujo de suministrarles un computador.     

 Con el fin de conocer las condiciones en que sus alumnos llevan a cabo sus estudios en casa, los profesores de ese municipio les pidieron que enviaran un video explicando cómo era su nuevo salón de clases. Una niña envió un video que rápidamente se hizo viral.

En dicho video, la pequeña va guiando por entre algunos matorrales, describiendo su sitio de estudio. “Esta es la entrada de mi salón. Aquí es donde yo estudio y trabajo. Aquí yo hago las tareas y acá es donde me coge la señal”, dice la niña, mientras señala un árbol de limón, en el cual su padre adaptó unas tablas que sirven de pupitre.

Acto seguido, sube al árbol, y mientras se acomoda en la tabla que le sirve de asiento, continúa: “Este es mi pupitre, donde mi papá me lo hizo para yo poder estudiar. Profe, aquí yo a veces no puedo hacer las tareas porque llueve. Y nunca pensé que tenía que subirme a un palo de limón para estudiar, pero me siento muy feliz para poder salir adelante”.

Es así como, a pesar de las condiciones difíciles que debe vivir, esta niña está orgullosa y agradecida de poder recibir clases, y enseña con su sencillez e ingenuidad, que sólo se requiere de voluntad y deseo de superación, para ver las cosas fáciles allí donde otros sólo encuentran barreras insalvables.

En contraste, podemos ver cómo muchos jóvenes, desde la comodidad de sus hogares en las grandes ciudades, se quejan por el injusto encierro, mientras miran interminables series de televisión y hacen conferencias virtuales en el computador, mirando por la ventana el día que este castigo absurdo termine.

Qué reconfortarte es ver a esta niña enseñando cómo la felicidad puede consistir, simplemente, en poder encontrar un árbol desde el cual se pueda visualizar, en el horizonte, la esperanza de un futuro mejor.

Redacción: Carlos Morales para Vivir con sabiduría.uno