El gobierno chino, está planeando ampliar un proyecto de manipulación del clima, que, debido a su magnitud, podría perjudicar a sus vecinos y al resto del mundo, al verse alterado el ciclo del agua en el planeta.
El objetivo del Partido Comunista Chino (PCCh), es que en 2025, su programa de lluvia o nieve artificial, con el sistema llamado ‘siembra de nubes’, cubra 5,5 millones de kilómetros cuadrados, que corresponden al 60% de la superficie de China, o dos veces y medio la extensión de México.
Siembra de nubes
La siembra de nubes se trata de rociar sustancias como yoduro de plata en las nubes, con el propósito de producir precipitaciones.
A pesar de que la siembra de nubes se ha venido realizando en distintas partes del mundo, nunca había sido aplicada en un área tan extensa, razón por la cual el mundo científico tiene dudas. John C. Moore, científico jefe de la Facultad de Ciencias del Sistema Terrestre y Cambio Global de la Universidad Normal de Pekín, manifiesta a BBC que, en China el procedimiento “fue desarrollándose sin haber pasado por ningún tipo de validación científica”, y no se conocen las repercusiones ecológicas.
Preocupación de países vecinos
India, está preocupado por los posibles impactos negativos que esto traería sobre el monzón de verano, fenómeno clave para la región, pues sus lluvias garantizan las cosechas y el alimento de millones de indios. Es un asunto muy delicado.
Taiwán es otro país que levanta su voz de alarma, señalando que esta manipulación del clima puede llevar a acusaciones de ‘robo de lluvia’ entre países vecinos.
En la región, también hay inquietud por la esta puerta peligrosa que abre china, ya que podría continuar con otras prácticas de tecnologías de geoingeniería más peligrosas y agresivas, como el control de la radiación solar, en forma unilateral.
“¿Qué pasa, por ejemplo, si algo sale mal con este tipo de tecnología? ¿Quién va a pagar?”, indica Dhanasree Jayaram, experta en clima de la Academia Manipal de Educación Superior en Karnata, a BBC Mundo. Los daños podrían ser irreversibles.
Ya es costumbre en China…
Si revisamos un poco la historia del PCCh, se puede ver que este comportamiento abusivo con el medio ambiente e irrespetuoso con los demás países no es nuevo, pues desde sus comienzos, forma parte de su filosofía.
Dentro de sus postulados está el de ‘desafiar al cielo, la tierra y la naturaleza’. Mao Zedong dijo en una ocasión: “Hay infinita dicha en luchar contra el cielo; hay infinita dicha en luchar contra la tierra; hay infinita dicha en luchar contra la humanidad”. Todas estas dichas las ha pagado el pueblo con sufrimientos terribles.
El Partido Comunista ha destruido el equilibrio original de la naturaleza y aquí mencionaremos algunos pocos ejemplos de los miles registrados.
Si revisamos su política agrícola, el PCCh rellenó ríos y lagos de China, sembró en laderas de montañas y tierras de pastoreo. ¿Cuál fue el resultado? Hasta el día de hoy, la producción de granos per cápita de China está muy por debajo de la alcanzada en la dinastía Qing, y es apenas un tercio de la producción de la dinastía Song, lo que significa un retroceso.
Así mismo, la tala indiscriminada de árboles, la nivelación de ríos y el rellenado de lagos han generado un drástico deterioro del medio ambiente en China. Hoy, sus ecosistemas están al borde del colapso. El vaciado de los ríos Hai y Amarillo, y la contaminación de los ríos Huai y Yangtze cortaron la subsistencia de los habitantes. Como ya no hay tierras de pastoreo en Gansu, Qinghai, Mongolia Interior y Xinjiang, las tormentas de arena han llegado a las planicies centrales.
En los años cincuenta, el PCCh construyó la estación hidroeléctrica de Sanmenxia, en el río Amarillo – segundo rio más importante de China. Hoy, su capacidad energética está al nivel de un río de caudal medio. Así mismo, la construcción retiene fango y arena en la cuenca superior, la cual eleva la altitud del lecho, produciendo inundaciones en época de lluvias; miles de vidas se han perdido y miles de familias han quedado en la miseria. Así mismo, en 2003 la inundación del río Wei causó el mayor desastre del siglo XX.
También, en Zhumadian, provincia de Henan, se construyeron varias represas de gran envergadura, que en 1975, se derrumbaron una tras otra. En sólo dos horas se ahogaron 60.000 personas; el número total de muertes ascendió a más de 200.000.
La represa de las Tres Gargantas en el río Yangtze y el Proyecto de Transferencia de Agua del Sur al Norte son intentos del PCCh para modificar los ecosistemas naturales, pero con una mínima solución al problema que pretende arreglar; eso sí abonan a su causa de “luchar contra la tierra”.
Es posible que los extremos climáticos de China no se deban al cambio climático sino a todas estas ‘luchas’ contra la tierra y la naturaleza; lo más insólito es que el PCCH aún desea continuar con la destrucción del territorio chino con su proyecto de siembra de nubes.
El silencio de los ecologistas
Lo extraño es que aún no se escuchan las voces de los ecologistas, y de los países defensores del medio ambiente, que normalmente son tan críticos con los proyectos ecológicos de occidente, pero cuando se trata de China palidecen y pasan de largo sin importarles que este plan podría traer consecuencias nefastas no solamente para China sino para el mundo entero.
Editorial de VCSradio, con información de BBC mundo y el libro Los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, 1994, de The Epoch Times en español.