Alcanza el Vacío


4:30 minutos de lectura. Unos alumnos inquietos encuentran difícil entender el concepto de vacío, fundamental en su aprendizaje. Entonces, su sabio maestro les da un sencillo ejemplo y todo queda claro.


Hace muchos años, un monje muy venerado impartía sus enseñanzas a un grupo selecto de discípulos. Ellos ya llevaban varios meses escuchando ávidamente sus palabras, ansiosos por recorrer tras él el camino de la verdad suprema.

El santo maestro enfatizaba permanentemente la importancia de observar el vacío. En sus prédicas alentaba a los jóvenes para que se despojaran de todo tipo de pensamientos y, acercándose al vacío, percibieran la verdadera infinidad del cosmos que albergaban en su propio ser.

Sin embargo, después de escuchar esta enseñanza por mucho tiempo, algunos de los discípulos se pusieron de acuerdo para pedirle una aclaración a su maestro. Una vez en su presencia, el más audaz de ellos habló:

-Venerable maestro, hemos aprendido mucho de sus sabias palabras, y creemos que cada día progresamos más en la vía hacia el verdadero conocimiento. Pero hay algo que no comprendemos del todo: ¿por qué nos reitera permanentemente la importancia del vacío?

El monje los miró silenciosamente por unos momentos, estudiando los rostros inquietos de los jóvenes estudiantes. En seguida, con una leve sonrisa, les dijo:

-Les voy a aclarar sus dudas con un pequeño ejemplo. Esta tarde, cuando nos reunamos en el templo, deseo que cada uno lleve un vaso con agua. Entonces, van a entender.

Los discípulos hicieron una reverencia y se alejaron, más confundidos que al comienzo. Pero conociendo a su maestro, tenían claro que no estaba jugando con ellos. De tal modo, cuando cayó la tarde y se acercaba la hora de la oración vespertina, llegaron al templo, cada uno con un vaso lleno de agua, según se les había pedido.

Tan pronto los vio, el monje, sin más preámbulos les dijo:

-Tomen estas cucharillas de plata y golpeen los vasos para que los hagan sonar. Deseo escuchar la música que producen.

En seguida, tomando las cucharillas, golpearon los vasos. Cuando el maestro les preguntó cómo percibían el sonido, todos estuvieron de acuerdo que era demasiado tenue, apagado y triste. Entonces, él les dijo:

-Ahora viertan el agua y repitan nuevamente el procedimiento.

Así lo hicieron los jóvenes monjes y, después de vaciar los vasos, los golpearon de nuevo con las cucharillas. En seguida notaron cómo los vasos tintineaban alegremente y con un timbre melodioso.

Mirando a los jóvenes discípulos con una sonrisa de satisfacción, el lama les dijo:

Como pueden ver, el vaso lleno no suena. Para que nos regale su música, debe estar vacío.

Entonces, los muchachos no necesitaron más palabras. Comprendiendo la enseñanza de su maestro, le dieron las gracias con una leve reverencia.


Cuento anónimo indio adaptado para VCSradio.net

Imagen de portada: Carlos A. Morales Galvis

Narración: Javier Hernández

Tema musical: Love Emotional Piano – Envato

¿Quiere encontrar más cuentos y narraciones como “Alcanza el Vacío”, que le dejarán siempre alguna enseñanza? Visite nuestra sección Relatos de Sabiduría en VCSradio.net