De acuerdo con una denuncia del diario británico The Sun, en 2018, en la ONU se presenta desde hace más de una década, una extensa red de pedofilia, que ha afectado a millones de niños de poblaciones vulnerables, con absoluta impunidad.
Recordando esto, el sitio web Aleteia recordó, en enero de 2020, las denuncias presentadas en el Reino Unido dos años atrás y las cuales, por alguna razón, parecen haber desaparecido de los “grandes medios” mundiales, sin que se conozca cómo sigue hoy la situación denunciada.
La acusación de The Sun se basó en lo revelado por el profesor Andrew MacLeod, quien había sido jefe de ayuda humanitaria de la ONU en países como Ruanda, los Balcanes y Pakistán. El profesor MacLeod entregó su informe en 2017, al Departamento Británico de Desarrollo Internacional (DFID).
En dicho informe se revela la existencia de una red de pedofilia en la ONU, con cerca de 60 mil violaciones cometidas durante 10 años, por 3.300 funcionarios. Esto implicaría uno de los mayores escándalos de pedofilia en la historia, al punto que podría superar a los que se han producido en el seno de la iglesia católica.
Esas 60.000 violaciones deducidas por MacLeod se soportan sobre lo admitido por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de que funcionarios civiles y de las fuerzas de paz abusaron de al menos 311 menores sólo en 2016. La ONU afirma que el número real podría ser el doble.
Por lo tanto, Andrew MacLeod afirma: “Hay decenas de miles de agentes humanitarios en todo el mundo con tendencias pedófilas. Pero si usas una camiseta de UNICEF, nadie te preguntará qué estás haciendo. Tienes impunidad y puedes hacer lo que quieras. Es endémico en el sector de la ayuda humanitaria en todo el mundo. El sistema está corrompido y tendrían que haber dicho basta desde hace años”.
Sobre esto, afirma MacLeod que, considerando que Gran Bretaña dona cerca de 2.000 millones de libras esterlinas anuales a la ONU, debería hacerse una investigación rigurosa por parte del gobierno, pues finalmente esos crímenes de abuso infantil están siendo financiados inadvertidamente por los contribuyentes.
Por su parte, Priti Patel, ex-secretaria del Departamento Británico de Desarrollo Internacional (DFID), acusó a altos funcionarios de ese organismo, de encubrir crímenes sexuales. Ella afirma que los abusos prosperan por dos circunstancias: primero, por el miedo de las víctimas a denunciar, y segundo por los oídos sordos de quienes están en el poder, incluyendo a los gobiernos.
A pesar de estas denuncias, y aunque en 2017 la ex-primera-ministra británica Theresa May afirmó que tendría “tolerancia cero” en lo relativo a todo abuso sexual y amenazó con suspender el apoyo a la ONU, hasta la fecha no se ha ordenado ninguna investigación ni se han tomado medidas de ningún tipo.
Finalmente, resulta inquietante cómo este organismo multilateral adquirió tanto poder, hasta el punto de convertirse en una entidad intocable. Resulta que los países afectados no denuncian por temor a perder sus ayudas, y los poderosos no toman acción, pues dicho organismo es una forma de poder para defender muchos de sus intereses.
Mientras tanto, lo que sucede al interior de la ONU con estos abusos cada vez más numerosos, se está convirtiendo en una bomba de tiempo, que cuando sea revelada ya habrá causado daños irreversibles en muchas sociedades vulnerables, tal como sucedió durante tanto tiempo con la iglesia católica, cuando también era intocable.
Redacción: Carlos Morales para Vivir con Sabiduría.uno con información de Aleteia.org