4 minutos de lectura. La separación de Shakira y Piqué es la noticia del momento, que refleja la realidad de nuestra sociedad actual.
Puede escuchar o leer este artículo a continuación:
El 1º de diciembre de 2022, después de más de 12 años de unión, la cantante colombiana Shakira y el futbolista español Gerard Piqué se separaron oficialmente en un juzgado de Barcelona. Esta separación había sido anunciada en junio, luego de meses de rumores sobre la infidelidad de Piqué.
Esta situación, que es cotidiana para millones de parejas en el mundo, y que normalmente no sobrepasa el ámbito familiar y de amigos, se convirtió en una de las noticias más comentadas y debatidas en redes y medios mundiales.
Todo esto fue impulsado por las canciones de Shakira, que crearon inmediatamente controversia y animaban la toma de posiciones.
La primera fue “Te felicito”, publicada en abril de 2022, como una especie de abrebocas de lo que vendría. Después, en octubre llegó “Monotonía”, donde se habla abiertamente de la separación. Esta canción ya alcanzó récords de ventas y visualizaciones, a la vez que incrementó el debate sobre la separación de los personajes.
Mientras los detalles de la infidelidad y los trámites de la separación avanzaban, el 11 de enero de 2023 apareció la “Music Sessions #53”, un video de Shakira en compañía del DJ y productor argentino Bizarrap. En esta canción, llena de referencias irónicas hacia su ex pareja y a su nuevo amor, Shakira tocó miles de fibras ocultas en quienes la escucharon.
Por supuesto, inmediatamente llegaron las cifras: con más de 50 millones de visitas, rompió el récord del mayor estreno de canciones latinas en YouTube. Mientras pasaban las horas, se rompían récords, y la canción se volvió viral en casi todo el planeta.
Naturalmente que a esta explosión de visualizaciones contribuyó el interés que despertó en todos los medios, así como entre los influencers y todo aquel que deseara obtener “likes” en las plataformas sociales.
Como si se tratara de un asunto fundamental de nuestra sociedad actual, cada quien deseaba dejar claro su punto de vista, tomando partido por uno u otro de los protagonistas, u opinando sobre algún aspecto de la letra de la canción.
El éxito del video ha sido aprovechado por los protagonistas, y por miles como una oportunidad de negocio. Ya las cifras de regalías se elevan por encima del millón de euros en unos pocos días.
Shakira y Bizarrap han obtenido enormes ganancias. Las marcas Renault, Ferrari, Rolex y Casio fueron impactadas por la súbita publicidad que recibieron. Piqué, está sacándole jugo a la publicidad de Casio y Renault.
Los influencers ganan miles de visitas creando controversia. Incluso artistas cuyas carreras ya estaban en caída, se han hecho visibles, dejando ver su envidia ante el éxito de la colombiana.
Todo lo anterior es obvio y entendible pues todos quieren ganar. Pero un aspecto no tan positivo es el oportunismo de grupos que usan el mensaje de la canción para validar su sesgo ideológico. Especialmente las feministas radicales han acudido encantadas, a recordar cómo el indeseable patriarcado ya no puede oprimir a las mujeres que ‘ahora no lloran, facturan’.
Es increíble que incluso personajes como la ahora senadora colombiana, Sandra Ramírez, antigua pareja del fundador de las FARC, Tirofijo. Olvidando su oscuro pasado dentro de una guerrilla que secuestraba niñas para violarlas y luego obligarlas a abortar, no se sonroja al asumir la defensa de las mujeres elogiando la canción.
Seguro que Shakira jamás pensó en algo como esto cuando grabó el video, porque es sabido que ella es una mujer de costumbres tradicionales, y nunca se identificaría con esta senadora ex guerrillera comunista.
Es que vivimos en una sociedad hipócrita, en la que las acciones más abyectas, como el aborto y el odio entre hombres y mujeres o negros y blancos, se maquillan y se ocultan detrás de palabras que aparentemente buscan justicia.
Igual sucedió con el conflicto de Johhny Deep y Amber Heard, en el que grupos feministas aprovecharon la oportunidad para destruir al ‘macho abusador’, hasta que se vieron derrotadas por la realidad expuesta al final del juicio.
Estos grupos no se rinden, siempre hay algún hecho que permita dividir y generar odio.
De modo que, en este momento, el mundo gira en torno a la separación de una pareja de famosos. Seguramente en unos meses nadie hablará de esto, a menos que llegue la telenovela de la pelea entre Netflix y Amazon por los derechos de la historia.
Mientras tanto, a nadie le interesa, por ahora, la guerra de Ucrania y Rusia, o las amenazas de China a Taiwán, o a India o a Australia.
Las economías de los países latinoamericanos en manos de gobiernos izquierdistas caen en picada, pero eso no importa: Shakira ha puesto a Colombia en el centro de los comentarios en todo el mundo, y somos famosos, al menos por una vez, por algo que no sea narcotráfico o violencia.
Escrito por Carlos Morales G. para VCSradio.net
Foto: Captura de video Bizarrap