6 minutos de lectura. La persecución que está llevando el Partido comunista chino a Falun Gong, no respeta el estado de derecho.
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha estado persiguiendo a los practicantes de Falun Gong desde julio de 1999.
El PCCh abusa del sistema judicial para aplicar su política de persecución en todo el territorio nacional. Aunque afirma respetar “el estado de derecho”, los procesos judiciales en la persecución violan las leyes y en consecuencia el PCCh no tiene justificación legal para esta acción.
Origen y situación actual de Falun Gong
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua práctica espiritual que incluye ejercicios de meditación y enseñanzas morales basadas en tres principios fundamentales: verdad, benevolencia y tolerancia. La práctica fue presentada al público en China, en el año 1992, y según estimaciones del gobierno chino, esta llegó a tener aproximadamente 100 millones de seguidores, a finales de la década de 1990.
La creciente popularidad de Falun Gong y el hecho de que el número de seguidores superaba a los miembros del partido comunista, el PCCh la consideró una amenaza a su poder. Por tal razón en julio de 1999, prohibió la práctica y ordenó una persecución brutal, resultando que millones de practicantes de Falun Gong fueran encarcelados, abusados, torturados, y un número desconocido, asesinados.
Según la información que obtuvo Minghui.org, un sitio web dedicado a reportar sobre la comunidad de Falun Gong en todo el mundo, se confirmó que en el año 2021 fallecieron 132 practicantes como resultado de la persecución; 5.886 fueron arrestados, 1.184 condenados y 10.527 acosados por funcionarios chinos.
Sin embargo, esta información estadística es solo una parte de la realidad, dada la tenaz censura que existe en el régimen chino con este tipo de información.
No existe base legal para la persecución
Jiang Zemin, el entonces presidente de China en octubre de 1999, en entrevista dada al periódico francés Le Fígaro, calumnió a Falun Gong. De inmediato, el portavoz del PCCh, el Diario del Pueblo, propagó las difamaciones y calumnias.
Luego, el Estado declaró ilegal a esta práctica, decisión que no se basó en el estado de derecho, y comenzó la persecución. Ni el líder del PCCh, ni el Diario del Pueblo son la ley para ordenar esta prohibición y esta persecución.
Pero en realidad, nunca ha habido ninguna ley en China que prohíba Falun Gong. Desde el punto de vista jurídico, la práctica de Falun Gong es completamente legal, pero lo cierto es que está siendo cruelmente perseguida por los organismos estatales en todo el territorio nacional.
Acciones Ilegales
Jiang impartió órdenes directas para la estrategia de persecución: “arruinar la reputación de los practicantes de Falun Gong, quebrarlos financieramente y destruirlos físicamente”.
Posteriormente, Zemin ordenó la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong con fines lucrativos, en los hospitales y otros lugares habilitados para ello.
El Tribunal de China en Londres dictaminó que el PCCh es culpable de la sustracción de órganos contra los practicantes de Falun Gong. Así mismo, tanto el Congreso de Estados Unidos como el Parlamento de la Unión Europea, aprobaron resoluciones para condenar este atroz crimen del PCCh.
Aunque el PCCh afirma seguir el “estado de derecho”, los procesos judiciales en esta persecución violan la ley.
De hecho, no solo violan los derechos humanos básicos y los códigos morales de la humanidad, sino que también violan la ley por completo.
Instancias principales que intervienen en esta persecución
1-El Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos (PLAC): es el centro de mando y el que elabora las políticas para la persecución.
2- La Oficina 610: el nombre se debe a la fecha de su creación 10 de junio de 1999 por el presidente de la República Popular de China Jean Zemin con el único propósito de perseguir a los practicantes de Falun Gong. Es una agencia extralegal parecida a la Gestapo que planifica, dirige y ejecuta la persecución en todo el país.
3- El sistema judicial y de aplicación de la ley: Corresponden a los ejecutores reales que aplican las leyes como la Policía, los procuradores, los Tribunales y las Oficinas de Justicia y otros diferentes organismos.
El PLAC y la Oficina 610 controlan los juicios y las sentencias
Los tribunales en China están completamente controlados por el PLAC y la Oficina 610 los cuales actúan en la sombra, por lo que los tribunales no tienen independencia judicial.
En muchos casos referentes a Falun Gong, deciden en secreto la pena de prisión antes del juicio y luego dejan que el juicio se celebre como una formalidad y que el juez anuncie la sentencia preestablecida.
Aparentemente el PLAC y la Oficina 610 han definido “normas internas” sobre el cálculo de las condenas. La política y los documentos internos del PLAC y de la Oficina 610 no tienen autoridad legal para condenar o sentenciar a los practicantes de Falun Gong. Esto demuestra que la voluntad del PCCh está por encima de la ley.
El sistema legal en China es el “gobierno del PCCh” en lugar del “gobierno de la ley”. Está lejos de ser un “estado de derecho”.
La maquinaria del PCCh en la persecución a Falun Gong sigue funcionando y este método de persecución del gobierno por el PCCh se ha expandido a los uigures de Xinjiang, a los practicantes de otras creencias religiosas, a los defensores de derechos humanos y a otras personas en China.
Métodos de persecución sin base legal
1. Reeducación por el trabajo
Fue el método principal que el PCCh utilizó para perseguir a Falun Gong. La policía tenía el poder de enviar a la gente a los campos de trabajo sin tener que pasar por el procedimiento judicial normal, como un juicio, la decisión del juez, y el proceso de apelación.
Por la presión internacional, en el año 2013 el PCCh se vio obligado a abolir este sistema de reeducación en campos de trabajo. Sin embargo, la persecución a Falun Gong no se detuvo.
2. Falta de base legal durante el proceso judicial
En las leyes de China, no hay ningún artículo que defina a Falun Gong como una secta, y tampoco hay ningún artículo que fije que la práctica de Falun Gong sea un delito. El principio del derecho penal chino establece que “no hay condena sin una disposición expresa de la ley”. Así que la detención, el juicio y la condena a los practicantes de Falun Gong son ilegales.
Cuando algunos jueces no pudieron justificar el maltrato a los practicantes de Falun Gong desde una base legal, o cuando un tribunal no sigue la ley, sino que sigue la dirección política del PCCh para condenar a los practicantes de Falun Gong, ¿no es esto una persecución política evidente?
Alguien tiene que detener al PCCh. Hasta que no desaparezca este, los abusos contra el pueblo chino continuarán. Cuando no exista el PCCh, la nueva China podrá actuar realmente bajo el “estado de derecho” y devolver la justicia a los practicantes de Falun Gong y a todo el pueblo perseguido.
Artículo escrito por Margarita Restrepo con información de Minghui.org
Foto: Archivo: Protesta contra el asesinato de practicantes inocentes de Falun Gong. Esta imagen fue publicada originalmente en Flickr por longtrekhome en https://www.flickr.com/photos/14871980@N05/2485917376 . Fue revisado el 23 de mayo de 2008 por FlickreviewR y se confirmó que tenía licencia según los términos de cc-by-2.0.
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