En el día de ayer(martes 2 de junio), el presidente de los Estados Unidos firmo una orden ejecutiva en la que exige al cuerpo diplomático de priorizar en la política exterior con todos los países del mundo, la libertad religiosa.
“La libertad religiosa para todas las personas en el mundo es una política exterior de máximo interés para Estados Unidos, y Estados Unidos respetará y promoverá enérgicamente esta libertad”, indicó la orden.
Además, la orden indica que, dentro de los seis meses siguientes, el Secretario de Estado y El Administrador de USAID deben “desarrollar un plan para priorizar la libertad religiosa internacional en la planificación e implementación de los programas de política exterior y asistencia exterior de EE.UU. del Departamento de Estado y la USAID”.
También en la orden ejecutiva precisa realizar un presupuesto anual de 50 millones de dólares para los programas que promuevan la libertad religiosa
El Departamento del Tesoro también puede considerar sanciones a las personas involucradas en la persecución religiosa mediante la implementación de la Ley Global Magnitsky sobre Responsabilidad de Derechos Humanos, entre otras cosas. La ley faculta al gobierno de Estados Unidos a prohibir visas y bloquear los activos de los abusadores de los derechos humanos y los funcionarios corruptos de todo el mundo.
Desde el inicio del gobierno del presidente Donald Trump, a insinuado a los gobiernos del mundo sobre la urgencia de acabar con la persecución a las distintas religiones ya que el 80 por ciento de la población mundial vive en países donde las religiones son perseguidas y en amenaza de exterminio
Grupos religiosos de todo tipo están siendo atacados en China, incluidos cristianos, budistas tibetanos, musulmanes y seguidores de la antigua disciplina espiritual Falun Dafa. Ellos sufren de arresto sistemático, encarcelamiento ilegal, tortura y lavado de cerebro. De acuerdo con los investigadores, el gobierno está utilizando varios métodos de persecución, que incluyen la sustracción forzada de órganos de presos de conciencia.
Beijing ha construido campos de detención para encarcelar a aproximadamente 1 millón de uigures y a otras minorías étnicas musulmanas en la región occidental de Xinjiang.
“Nos alienta ver que la diplomacia estadounidense con países de particular interés como China estará sujeta a las disposiciones de esta nueva orden ejecutiva, como la implementación de la Ley Global sobre Responsabilidad de Derechos Humanos de Magnitsky”, dijo el portavoz del Centro de Información de Falun Dafa, Peter Erping Zhang, en un correo electrónico.
“Beijing continúa con su política de represión contra los practicantes de Falun Gong y esperamos ver que las comunidades internacionales hagan justicia a los perpetradores”. (Fuente: La Gran Época. Redacción: vivirconsabiduría.uno)