Historia clásica de bondad

El corazón de una niña

Una mujer soltera se mudó a un nuevo apartamento; descubrió que sus vecinos de al lado eran una familia pobre compuesta por una viuda que criaba sola a sus dos hijos pequeños.

Una noche, el área tuvo un corte de energía. La mujer encendió una vela.

En ese momento alguien llamó a su puerta, era la niña de la familia pobre que vivía al lado. Aquella niña saludó nerviosamente y le preguntó a la mujer:

 “¿Tiene velas?”

La mujer pensó: “¿Son tan pobres que ni siquiera tienen velas? ¡No debo prestarles nada, de lo contrario vendrán a mí por cualquier cosa!”

Entonces le respondió a la niña en voz alta:

“¡No!” y se preparó para cerrar la puerta.

Al escuchar su respuesta, la niña le sonrió y dijo:

“¡Sabía que no tenía ninguna!”, mientras sacaba dos velas: “Mi mamá y yo estábamos preocupadas porque vive sola y queríamos asegurarnos de que estaba bien. Pensamos que no tendría velas, así que le traje dos de las nuestras”.

Reflexión

Expresar bondad hacia otros permite y hace posible una buena convivencia, son los actos a través de la generosidad y el esmero por el bien común lo que nos define como personas.

Fuente, visión times