La construcción del metro de Bogotá es uno de los proyectos de infraestructura más importantes de la historia de la ciudad. La obra, que tendrá un costo de 2.7 billones de pesos, tiene como objetivo reducir la congestión vehicular y mejorar la movilidad de los habitantes de la capital colombiana.
El proyecto está a cargo de un consorcio conformado por las empresas China Harbour Engineering Company (CHEC) y Xi’an Metro Company Limited. CHEC es una filial de la gigante estatal China Communications Construction Company (CCCC), que ha sido sancionada por el Banco Mundial por prácticas fraudulentas en licitaciones.
En los últimos meses, el consorcio chino ha sido objeto de críticas por corrupción y retrasos en otras obras en el mundo.
En 2022, CHEC fue multada por el gobierno de Panamá por un monto de 20 millones de dólares por incumplir el contrato para la construcción del metro de Panamá.
**En 2023, el consorcio chino fue acusado de corrupción en la construcción del metro de Manila, Filipinas. La empresa fue acusada de pagar sobornos a funcionarios públicos para obtener contratos.
Entre estos casos se destaca lo que ha ocurrido en Uganda, donde CHEC fue inicialmente contratada para liderar el proyecto del ferrocarril de vía estándar (SGR) que conectaría Kampala con Malaba.
Después de siete años sin avances significativos, Uganda optó por reemplazar a esta empresa que responde a Beijing por una corporación turca para llevar a cabo la obra.
CHEC también era responsable de la edificación de la nueva ciudad portuaria de Colombo, en Sri Lanka, con un costo de 1.400 millones de dólares. En el año 2020, esta obra fue identificada como un caso de elefante blanco en el país.
Metro de Bogotá
Los cuestionamientos a las empresas chinas han generado preocupación en Bogotá. Algunos expertos consideran que el consorcio chino no tiene la capacidad para ejecutar el proyecto de manera exitosa.
“Las empresas chinas tienen un historial de corrupción y retrasos en otras obras”, dijo a la prensa el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa. “Estoy preocupado de que puedan repetir esos problemas en Bogotá”.
Pero hay algo más: de acuerdo a documentos internos, CHEC habría admitido internamente que no reúne los estándares de seguridad necesarios para realizar el proyecto de manera completa, tal como figura en los contratos. Incluso, es poca la mano de obra colombiana que se requirió para las partes más importantes del Metro: gran cantidad de trabajadores provienen de China, una condición que puso la corporación del régimen a las autoridades bogotanas.
El gobierno de Bogotá ha defendido al consorcio chino. El secretario de Movilidad de Bogotá, Felipe Ramírez, dijo que las empresas tienen la capacidad para ejecutar el proyecto.
“Las empresas chinas tienen una amplia experiencia en la construcción de metros”, dijo Ramírez. “Estamos seguros de que podrán ejecutar el proyecto de manera exitosa”.
Sin embargo, las críticas a las empresas chinas persisten. Los cuestionamientos ponen en duda la capacidad del gobierno de Bogotá para garantizar la transparencia y el éxito del proyecto.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada (Toma de YT / @Canalcitytv).
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