Expertos médicos expresan preocupación por la presión creciente para relajar las leyes de eutanasia, advirtiendo sobre la ampliación de criterios de elegibilidad y la consolidación de actitudes discriminatorias.
En medio de un debate cada vez más candente sobre la eutanasia en varias partes del mundo, destacados profesionales médicos han levantado sus voces para expresar serias preocupaciones sobre la creciente presión para relajar las leyes que regulan esta práctica. La discusión se centra en la idea de aliviar la “carga” de cuidar a ciudadanos ancianos y discapacitados, lo que plantea dilemas éticos y morales profundos.
Durante los últimos años, varios países occidentales, incluyendo a Canadá, Bélgica y los Países Bajos, han liderado el camino en la legalización del “suicidio asistido” en circunstancias específicas. Sin embargo, lo que comenzó como una medida destinada a proporcionar una alternativa humanitaria a aquellos que padecen enfermedades terminales y dolorosas, ha generado una serie de preocupaciones a medida que las leyes se han ampliado.
Inicialmente, las leyes de eutanasia se dirigían a adultos con enfermedades graves e incurables. Sin embargo, con el tiempo, han surgido preocupaciones sobre la ampliación de los criterios de elegibilidad para incluir a personas con discapacidades, problemas económicos, depresión e incluso a personas sin hogar.
En Canadá, por ejemplo, la aplicación de la eutanasia se ha extendido a personas con problemas de salud mental, lo que ha desencadenado críticas y debates sobre los límites éticos de la práctica. Activistas también están presionando para que se permita la eutanasia en niños y bebés, lo que plantea preguntas fundamentales sobre el valor de la vida y la protección de los más vulnerables en la sociedad.
La Dra. Pia Matthews, de la Universidad St Mary’s, ha compartido preocupaciones sobre cómo la percepción de que algunas vidas son menos dignas que otras podría estar influyendo en las decisiones médicas y legales relacionadas con la eutanasia. Matthews enfatiza la importancia de evitar que estas actitudes discriminatorias se consoliden en la ley, advirtiendo sobre las consecuencias de consagrar la idea de que algunas personas “estarían mejor muertas”.
Los expertos también han destacado el peligro de una “pendiente resbaladiza” en la legalización de la eutanasia. El Profesor John Keown, de la Universidad de Georgetown en Washington, DC, ha advertido sobre el riesgo de presionar a las personas discapacitadas para que soliciten la eutanasia, citando preocupaciones similares observadas en los Países Bajos.
A medida que la discusión sobre la eutanasia continúa evolucionando, es fundamental abordar cuidadosamente las complejas cuestiones éticas y morales que rodean esta práctica. Si bien es importante respetar la autonomía de los individuos y aliviar el sufrimiento, también debemos proteger los derechos y la dignidad de todas las personas, especialmente de aquellos que son más vulnerables en nuestra sociedad.
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