El movimiento LGTBI ha tenido un impacto deformador en el entretenimiento, dato que influencia negativamente a los niños y jóvenes, al perturbar su normal desarrollo psíquico y emocional.
Una de las personas que denuncian el efecto perjudicial es Jonathon Van Maren. En el episodio de esta semana Jonathon analiza cómo el movimiento LGBT ha utilizado la industria del entretenimiento para afectar una “revolución” cultural o más bien una ‘distorsión’ cultural.
Jonathon repasa una breve historia de cómo el movimiento LGBT logró sacar provecho de esto, como la decisión de algunos narradores de hacer que pecados como la fornicación o el uso de la pornografía parezcan divertidos, mientras intentaban durante la última década hacer que pareciera como el único enfoque compasivo.
El acceso al sexo y la sexualidad se realiza a través de la “afirmación” a costa de una cosmovisión escritural, lo que hace que los cristianos en sus historias parezcan villanos.
Ejemplos
Jonathon, expresa como la aparición de personajes abiertamente homosexuales, como se resume en la decisión de Ellen DeGeneres de “salir del armario” en televisión en 1997, así como la serie Will and Grace que presentaba un personaje principal abiertamente homosexual, ayudó a normalizar la homosexualidad en la cultura, como el entonces vicepresidente Joe Biden reconoció en una entrevista de 2012, tres años antes de que la Corte Suprema redefiniera el matrimonio para incluir el “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Este fenómeno se acentuó con la introducción de los reality shows, sostiene Jonathon, y los cristianos se volvieron insensibles al contenido homosexual con relativa rapidez.
“Todo eso era parte del plan”, dice Jonathon. “Si puedes desensibilizar a alguien a algo para que eventualmente no se vuelva impactante de ninguna manera, de manera lenta pero segura, estás hirviendo la rana. Te hacen sentir que esto es normal, incluso si racionalmente no crees que sea normal”.
Mientras Jonathon comienza con Disney, volviendo a un tema que usó para abrir el programa, también recuerda cómo Blues Clues , que se transmite por Nickelodeon, presentó un desfile del “orgullo” con un castor transgénero con cicatrices de mastectomía, cómo el programa de PBS Arthur presentó una “boda” entre personas del mismo sexo, cómo el programa británico Peppa Pig presentó un par de osos polares lesbianas, y más.
“La captura de nuestras instituciones narrativas por parte del movimiento LGBT ha sido total, y creo que los cristianos y los padres en particular deben ejercer una enorme precaución y mucho discernimiento”, sostiene Jonathon.
“No existe tal cosa como ‘sólo una historia’”, continúa. “Las historias son muy poderosas. Y una de las razones, como dije al principio, sabemos que estas cosas son muy poderosas, es porque la gente reacciona muy fuertemente cuando criticas historias que quieren ver, porque si el entretenimiento no fuera gran cosa, la gente no se enfada tanto cuando sugieres que no vean cierto programa o no vean una película.
Pero como dijo Platón hace miles de años, quienes cuentan las historias gobiernan la sociedad”.
Igual la sociedad no puede permanecer paralizada, muchas personas se atreven a boicotear esos intentos de desestabilizar a la sociedad.
De hecho, Disney está teniendo sus peores resultados económicos desde que incrementó la propaganda LGTB en sus programas y películas.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada (Toma de YT / @VSXProject).
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