
Tras los polémicos resultados que, como efectos secundarios, se les atribuyen a las vacunas contra el virus Covid, muchos científicos y grupos de defensa ciudadana han cerrado filas contra las grandes empresas farmacéuticas que las fabrican.
En este caso, es el cardiólogo residente en Reino Unido, Aseem Malhotra, quien comandando a un grupo de expertos internacionales, presentó una demanda ante el Tribunal Supremo de Sudáfrica en la que pide una revisión judicial urgente de los productos de la vacuna COVID de ARNm de Pfizer, ante el riesgo de que sean “perjudiciales”.
ARNm es el ácido ribonucleico que transfiere el código genético procedente del ADN del núcleo celular a un ribosoma en el citoplasma, es decir, el que determina el orden en que se unirán los aminoácidos de una proteína.
El grupo de derechos humanos Freedom Alliance of South Africa (FASA) presentó el caso en Pretoria, junto con un análisis de datos del mundo real, que asocia el aumento de muertes por causas relacionadas y no relacionadas con el Covid en los vacunados, y los compara con la situación de los no vacunados.
Más aún, FASA solicita al tribunal que anule la autorización de los productos de vacunación de Pfizer, alegando que es “ilegal”. Es de tener en cuenta que estas vacunas todavía se encuentran en su etapa experimental.
Según Malhotra: “Tras una evaluación crítica de la bibliografía y de los datos del ensayo de Pfizer, las pruebas son inequívocas”, agregando: “Para la inmensa mayoría de las personas, la vacuna de ARNm Covid de Pfizer es mucho más perjudicial que beneficiosa y probablemente nunca debería haberse aprobado su administración a un solo ser humano”.
Asimismo, para Malhotra es alarmante que todavía se recomiende la vacunación de los niños, y cree que la vacuna de Pfizer debería suspenderse “hasta que se lleve a cabo una investigación exhaustiva sobre cómo nos hemos equivocado tanto. Esa es, sin duda, la medida responsable y ética”.
En el mismo sentido, el neurocirujano especializado, Dr. Herman Edeling, explica que en la demanda también se le exige a Pfizer explicar su conducta, y solicitan que se le exijan responsabilidades a esta multinacional.
Por su parte, la página Childrens Health Defense, org, da cuenta de que las vacunas Covid “causaron 300.000 muertes en exceso y 147.000 millones de dólares en daños a la economía solo en 2022”, en Estados Unidos. Si estas cifras se extrapolan al resto del planeta, los resultados podrían resultar escalofriantes.
Recién ahora se están llamando a dar respuesta a las grandes productoras de vacunas como Pfizer, mientras disminuye la feroz censura con la que eran erradicadas todas las voces adversas a las draconianas medidas pro vacunas, impuestas por los gobiernos de casi todo el mundo, durante los últimos tres años.
Hasta el gobierno de Estados Unidos se atrevió a romper el fuerte cerco que hacía tabú el tema del virus del Covid, exigiendo, mediante una ley, que se hiciera pública la información sobre los orígenes de la pandemia que traumatizo al mundo y causó millones de muertes.
El rastro de sangre y muerte que se le atribuye a la imposición de las vacunas es gigantesco, y poco a poco van emergiendo los científicos valientes que se atreven a denunciar las consecuencias desastrosas, y a exigir justicia para las víctimas, y prevención parar todas las personas.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada: Niño recibe una vacuna. (Toma de pantalla: YouTube/AFP Español).